Recuerdan en Caguas al púgil olímpico Luis Dávila
Y crean la beca para jóvenes boxeadores cagüeños que están en escuelas públicas
Los logros como boxeador y padre de familia siguen vivos para los familiares y conocidos del cagüeño Luis Dávila, el primer boxeador puertorriqueño en ganar una medalla de oro en unos Juegos Panamericanos, y miembro de la selección boxística isleña que participó en 1972 en las Olimpiadas de Munich.
Este lunes 26 de agosto, el Municipio de Caguas le rindió homenaje a Dávila, fallecido a la edad de 25 años, con la presencia de su hija, Brenda, su primera esposa, Aida Márquez, y otros familiares, frente al monumento dedicado a los olímpicos cagüeños a la entrada del Complejo Recreo Deportivo del Este.
Aunque el monumento fue develado en septiembre de 2019, e incluye las imágenes de todos los olímpicos cagüeños, era la primera vez que Brenda lo veía.
“Hoy nos reunimos aquí para conmemorar la memoria de un hombre que dejó una huella imborrable en la historia del deporte puertorriqueño: el padre de Brenda, Luis Antonio Dávila Pereira”, dijo la vicealcaldesa, Lydia Rivera Denizard, al dirigirse a los presentes durante la actividad,
“Su legado como atleta olímpico y medallista panamericano de Puerto Rico es un testimonio de su dedicación, disciplina y pasión por el deporte”.
“Luis Antonio no solo fue un pionero; él fue un guerrero, quien nos enseñó a todos que los sueños se pueden alcanzar con trabajo arduo y determinación. Especialmente en aquellos momentos en los que medía su coraje y su espíritu indomable cuando se levantaba para competir en los Juegos Panamericanos de Cali en 1971, donde hizo historia al ganar la primera medalla de Oro para nuestra isla en el boxeo (en la categoría de las 132 libras). De igual forma, su participación en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972 fue otro hito que demostró que Puerto Rico tenía una voz en el escenario internacional”.
Su hija, Brenda, quien reside en Hartford, Connecticut, donde Luis vivió sus últimos años, se mostró emocionada por el reconocimiento a su padre, a quien dejó de ver cuando ella solo tenía seis años de edad.
“Estoy muy orgullosa, porque estamos aquí para honrar a una persona muy especial, una persona a quien siempre he llamado mi héroe, y a quien todos le decían cariñosamente Luisito”, dijo.
“Por mucho tiempo yo le pedí a mi corazón que me permitiera hallar una forma de honrar a mi padre y le pedía Dios que me ayudara. Eso fue cuando estaba entrenando para correr aquí en el Lola Challenge”.
En ese evento anual, que Brenda corría por primera vez en Puerto Rico luego de hacerlo por varios años en Connecticut, ella pudo completar las carreras de 5K, 10K y medio maratón del fin de semana para lograr superar el ‘Challenge (reto).
Y ella ya había decidido que vendría la Isla con el propósito de iniciar una beca, en nombre de su padre, para otorgársela a jóvenes boxeadores cagüeños que están en escuelas públicas.
“Incluso creé un GoFundMe, para aquellos que quieran ayudar con los fondos, pero la idea es darle $500 a tres peleadores distintos”, dijo.
Estos serían peleadores aficionados que entrenen en los gimnasios Cheo Aponte, Bairoa y Breeding Boxing, de Caguas.
Luego de sus primeras seis peleas como profesional, cinco de ellas en Puerto Rico y una en Colombia, Dávila se fue a vivir en los Estados Unidos y, radicado en Hartford, hizo el resto de su carrera en este país, y una en Canadá, amasando en total un récord de 18-7 con cinco nocauts. Ganó sus últimas tres y su última derrota, en 1978, fue por decisión en 10 episodios ante Howard Davis, Jr., quien en 1976 había ganado la medalla de oro de las 132 libras en las Olimpiadas de Montreal.