EU avanza invicta a la semifinal del baloncesto de los Juegos Olímpicos
El gran favorito, derrotó a Brasil, 122-87, para asegurar su boleto al duelo de la semifinal ante Serbia.
PARIS — Estados Unidos, la gran favorita, derrotó a Brasil (87-122) en el último partido de la jornada, y logró de esta forma el pase a la semifinal del torneo olímpico de baloncesto de los Juegos de París 2024, en la que se enfrentará a Serbia, el próximo jueves en Paris Bercy.
En un partido en el que el máximo anotador fue el brasileño Bruno Caboclo, con 30 puntos, Estados Unidos siguió avanzando con paso firme hacia su decimoséptimo título olímpico. El quinto seguido.
Steve Kerr dio entrada a los mismos hombres que sacó contra Puerto Rico en el último partido de la fase previa, en Lille; salvo a Jrue Holiday, que no jugó ni un solo segundo contra los caribeños y que en esta ocasión entró en lugar de Tatum.
Nacido en Camerún, Joel Embiid pudo haber jugado con Francia, pero prefirió hacerlo finalmente con el 'Team USA', por lo que el público de Paris Bercy mantuvo la costumbre de abuchearlo que imperó durante la fase previa en el Pierre Mauroy de Villeneuve-d'Ascq.
A Embiid no le afecta ese griterío: lo anima. Acabó como máximo anotador de la primera mitad (14 puntos), en la que recogió siete rebotes. Y, después de dos canastas iniciales de Gus Santos y de Caboclo -inmenso contra Japón cuatro días antes; y de nuevo el más productivo de su equipo-, clavó un triple (4-5) y le dio por primera vez a su equipo una ventaja que se dedicó a ampliar a lo largo del encuentro.
Marcelinho Huertas, base del Tenerife, que a los 41 años es el más veterano olímpico y sigue brillando, anotaba el 6-9. Fue lo que más cerca volvió a estar el equipo que dirige el croata Aleksandar Petrovic -hermano del mito muerto- durante todo el partido. A partir de ahí, las canastas de Stephen Curry -cuatro anillos NBA con Golden State, a las órdenes de Kerr-, Holiday y Embiid, más un triple de Devin Booker, estiraban el chicle a 6-18.
La nueva versión del 'Dream Team' no tiene ni de lejos el mismo impacto que aquel equipo de ensueño que lideraron en los Juegos de Barcelona'92 Michael Jordan, Magic Johnson y Larry Bird. Pero cuando destapa el tarro de las esencias, brota la magia. Y cuando decide apretar el acelerador, no hay quien le tosa.
LeBron James, que quiere un tercer oro, se divierte en la generosidad -12 puntos y nueve asistencias- y a los 39 años su enfoque, dentro y fuera de la cancha, asombra a un Kerr que suma bastantes más anillos NBA -nueve, en total, cinco de ellos cuando jugaba- que la mejor de sus estrellas. A las que dosifica con maestría: Haliburton, que no jugó contra Serbia, sólo salió en el último cuarto. Y a Embiid le dio descanso durante toda la segunda mitad.
Curry (36 años) no tiene, en su debut olímpico, el rol que lo convirtieron en el líder de los Warriors. Y el en esta ocasión discreto Kevin Durant (35) -que marcará un hito si captura un cuarto oro- se plantó en 11 puntos.
Al final del primer cuarto se llegó con resultado de 21-33 que con un parcial de 0-7 en el arranque del segundo daba ventaja de 19 a los norteamericanos. Una canasta de Lucas Dias y dos triples de Georginho de Paula y de Marcelinho detenían la hemorragia verde-amarilla. Pero al descanso, después de otro arreón de LeBron, Holiday y Tatum, Estados Unidos -que casi doblaba al rival en rebotes (27 frente a 14)- ya llegaba con una diferencia de 27 (36-63).
La tendencia no cambió. Caboclo, pívot del Partizán de Belgrado, seguía inyectando combustible. Aunque la energía no fue suficiente. Brasil cayó con orgullo; y hasta ganó el tercer acto (35-31). Pero no tuvo nada que hacer ante la gran favorita. Caboclo no fue suficiente.
Anthony Edwards -la gran revelación del equipo con 23 años recien cumplidos- se había sumado, con 17, al festival anotador de Devin Booker, que lo mejoró en uno.
Estados Unidos ya superaba la centena gracias a Durant a falta de ocho minutos; y, se marchó al hotel pensando en la semifinal del jueves contra Serbia -a la que derrotó por 26 en la fase previa- con un contundente 87-122. A la fiesta final del 'Team USA' se unió el público entonando el nombre de Leon Marchand, el nuevo gran ídolo local (cuatro oros en natación) cuando su imagen apareció en la pantalla gigante del marcador.