Su contrincante es la belga Gabriella Willems. Ambas se cruzaron en el 2022 para tener récord de 1-1.

El reloj ya está corriendo. Solo faltan pocas horas para que la judoca carolinense María Pérez entré nuevamente al tatami olímpico en la división de los 70 kilos.

En esta ocasión lo hará en la edición de París 2024 este miércoles a las 4:24 a.m. de Puerto Rico/10:24 a.m. de París en el Champ de Mars Arena.

“En estos últimos tres años todo lo que hemos hecho fue muy estratégico. Fuimos a eventos que tuvimos que hacer, que eran importantes, otros los hicimos por cumplir con el compromiso de la clasificación. Todo ha sido bien planificado y por eso tuve mi clasificación a los Juegos”, dijo la judoca que cuenta con participación previa en Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020, finalizando en ambos Juegos en la novena posición.

La carolinense ha estado viviendo más en Europa que en Puerto Rico, acompañada por la entrenadora y ex atleta olímpica, Atenas 2004, Jéssica García.

“Empezando el año decidimos irnos estos siete meses a Europa para poder mantenernos en un buen nivel deportivo. Hicimos de nuestro alojamiento nuestra casa. Hice varios eventos (en la zona y en América). Luego me fui a Japón para no llegar a Puerto Rico y llegar directo a Europa. Creo que esto ha valido la pena y ha sido muy sacrificado, pero muy bueno… porque hemos cumplido todos los objetivos. Estoy feliz de estar aquí (París)”, contó la judoca con 35 años.

Su contrincante es la belga Gabriella Willems. Ambas se cruzaron en el 2022 para tener récord de 1-1.

“La conozco. Es una contrincante que ya la hemos enfrentado. Es un nuevo evento y todas tenemos que salir bien. El miércoles será un gran día”, expresó la judoca abanderada para los Juegos Panamericanos Santiago 2023.

Agradecimiento a Jéssica García

Es muy difícil que un atleta no demuestre agradecimiento por los pares que le ayudan. La judoca carolinense no perdió un segundo en elogiar a quien ha sido su mentora en estos últimos tres años, Jessica García, con el apoyo de los que fueron sus antecesores en el tatami.

“Jéssica ha sido más que una entrenadora, ha sido una amiga, una hermana, una mamá. Sacando lo deportivo, se ha dedicado a estar en el camino conmigo. Me da mucha alegría de que ella aceptara este reto, que ha sido un reto difícil. Estoy súper feliz de que ella esté conmigo”, dijo la peleadora de los 70 kilos.