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Deportes

El duro camino de Camacho Quinn para alcanzar su medalla en el Mundial

La atleta se convirtió ayer en la primera boricua en obtener una presea en un Campeonato Mundial; en varones, ya lo había logrado Javier Culson.

Jasmine Camacho Quinn.
Foto: twitter

La atleta puertorriqueña Jasmine Camacho Quinn, quien ayer, domingo, obtuvo una medalla de bronce en los 100 metros con vallas del Campeonato Mundial de Atletismo de Eugene (Oregon), ha tenido que afrontar un duro camino para lograr la meta de una presea en el torneo, desde afrontar depresión y las lesiones hasta la muerte de su abuela.

Camacho Quinn, al final, no solo consiguió una medalla, sino que se convirtió en la primera atleta boricua en lograrlo en un Campeonato Mundial de Atletismo (en varones ya lo había hecho Javier Culson en 2009 y 2011).

En un mensaje a través de una red social (Instagram), la deportista dio rienda suelta a los sentimientos tras la prueba que la coronó como una de las mejores del mundo.

“Tercer puesto al final. Otra medalla añadida a mi colección”, comenzó afirmando Camacho Quinn, para luego confesar que, “mentalmente, este ha sido un año difícil para mí, pero lo superé y estoy muy, muy feliz”.

En la publicación reveló que estuvo “luchando contra la depresión y algunos contratiempos menores (como lesiones menores en el tendón de aquiles y tendón de la corva, en la parte posterior del muslo)”.

Según la vallista, su idea siempre ha sido “poder representar a Puerto Rico otra vez. No hay palabras que puedan expresar cómo me siento. Este ha sido un viaje increíble hasta ahora”.

Opinó, además, que los 100 metros con vallas es ''la carrera más intensa y más competitiva”, tras lo cual dio gracias a Dios por su logro.

En la prueba de ayer, Camacho Quinn cronometró 12.23 segundos (su mejor marca), por detrás de la la nigeriana Tobi Amusan, con un tiempo de 12.06 y la jamaiquina Britany Anderson, con 12.23 (pese a que tuvo el mismo tiempo que la boricua, se llevó el segundo lugar debido a que cruzó primero su torso en la meta).

La medalla ganada por la velocista puertorriqueña se suma a la de oro que consiguió en la misma prueba en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Precisamente, tras los Juegos de Tokio la mundialista confesó que el 2021 fue un año muy estresante. En esa ocasión reveló también que tuvo que lidiar con la depresión y con el miedo de fallar una vez más en el escenario olímpico.

En Río, 2016, la boricua no pudo pasar a la final del evento luego que en la semifinal tropezara con la octava valla y se desplomara en la pista.

Una llorosa Camacho Quinn le pidió perdón a Puerto Rico por fallar en el evento.

Desde entonces, tuvo que superar distintas situaciones entre lesiones, depresión, un duro entrenamiento y hasta la muerte de su abuela.

Pero, cinco años más tarde, en Tokio 2021 y luego de múltiples sacrificios, logró la redención al darle a la Isla la segunda medalla de oro en su historia olímpica.