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Deportes

William Flaherty tuvo que batallar con el mal tiempo en los Juegos de Invierno

Finalizó en la posición 40 de 89 atletas inscritos en la modalidad de eslalon gigante (esquí alpino).

William Flaherty completa su ruta en medio de una nevada que complicó la competencia en Beijing.
Foto: Suministrada ACNO

William Flaherty culminó entre la noche del sábado y la madrugada del domingo su participación en el evento eslalon gigante (esquí alpino) de los Juegos de Invierno en Beijing, al finalizar en la posición número 40 de 89 atletas inscritos en esa competencia.

El representante de Puerto Rico, de apenas 17 años, tuvo que superar las inclemencias del tiempo para poder finalizar uno de los eventos más retantes de los Juegos Olímpicos de Invierno.

Una nevada fue el elemento sorpresa para hacer los descensos más difíciles, opacando la visibilidad de los competidores.

El esquiador controló la ruta del eslalon gigante en la primera manga con tiempo de 1:20.16, donde 35 participantes no pudieron concluir o empezar el deslizamiento en la pista Ice River. Su resultado preliminar fue la posición 48.

La competencia sufrió un atraso de 15 minutos en la segunda vuelta, que inició a las 2:00 a.m. del domingo, hora de Puerto Rico. Personal olímpico tuvo que mejorar las condiciones de la pista para brindarle seguridad a los esquiadores.

En su segundo desafío, Flaherty mejoró 10 posiciones, 38, respecto a su primera actuación. Su bajada fue de 1:21.26 que, al acumularse con el primer tiempo, sumó 2:41.42 para finalizar 40 en las posiciones globales.

Flaherty volverá a la competencia invernal olímpica el martes,15 de febrero en eslalon a las 10:15 p.m. de Puerto Rico (miércoles, 10:15 a.m. en Beijing). La carrera final será el miércoles, 16 de febrero, a las 1:45 a.m. de Puerto Rico (miércoles, 1:45 p.m. de Beijing).

William es el hermano menor del olímpico Charles Flaherty, quien compitió en PyeongChang 2018, también por Puerto Rico.

El joven atleta fue diagnosticado con linfohistiocitosis hemofagocítica cuando tenía tres años y gracias a un trasplante de médula ósea de su hermano mayor, pudo superar la mortal enfermedad.