Aseguró que hizo todo lo que pudo por ayudar al legendario futbolista y que la operación de la cabeza no tuvo nada que ver con su muerte.

El médico de Diego Armando Maradona, el neurocirujano Leopoldo Luque, aseguró hoy que nunca abandonó al astro argentino, que su muerte no tuvo nada que ver con la operación de un hematoma en la cabeza que le realizó a principios de mes y que está en la mejor disposición de ayudar a las autoridades en la investigación que ha iniciado sobre su muerte.

Por momentos, enojado, desencajado y lloroso, Luque celebró una improvisada conferencia de prensa en el patio de su residencia, luego que las autoridades allanaran su casa y su clínica en medio de una investigación por posible negligencia médica y homicidio culposo.

La investigación surgió luego que las hijas de Maradona declararan ante las autoridades y cuestionaran las medidas que se tomaron con el legendario jugador una vez fue trasladado del hospital a una residencia en un barrio exclusivo de Buenos Aires, donde finalmente falleció el pasado 25 de noviembre.

“Yo no soy el responsable de todo esto… que se diga que no estuve con él, no lo puedo creer”, dijo molesto a la prensa argentina.

Maradona llegó el pasado lunes, 2 de noviembre a un hospital de Buenos Aires con un cuadro de depresión y anemia.

Sin embargo, luego de internado, se le diagnosticó un hematoma subdural en la cabeza, por lo que fue operado por el propio Luque. Ocho días después de la operación fue dado de alta.

Luque indicó que luego de la operación, Maradona recuperó satisfactoriamente y por eso se le dio el alta. Sin embargo, no podía internarlo en ninguna institución psiquiátrica, como muchos reclamaban, porque él es neurocirujano y necesitaba una evaluación psiquiátrica para ello.

"Diego tenía autonomía: Diego decidía, no era insano. No lo podía internar en un manicomio porque necesitaba tener criterio médico-psiquiátrico, que no hubo", comentó Luque.

“Sé lo que hice con Diego, por Diego hasta el último momento, tengo todo para mostrar, y estoy absolutamente seguro de que hice lo mejor que se podía", insistió.

Las autoridades se llevaron documentos del expediente médico de Maradona, así como un disco duro y un celular, entre otros dispositivos electrónicos.

“Le dimos todo lo que pidieron”, sostuvo el galeno, quien aseguró estar en disposición de cooperar con las autoridades en la investigación.

Luque, de paso, aceptó que el pasado 18 de noviembre tuvo una diferencia con Diego, quien lo botó de la casa, pero que al otro día regresó s quitarle los puntos y Maradona lo trató como siempre.

La última vez que lo vio fue el pasado domingo, aseguró.

"Diego me echó un montón de veces de su casa, y después me llamaba”, quien catalogó su relación con Maradona como "la de un padre rebelde con un hijo”.

“Diego odiaba a los médicos, odiaba a los psicólogos, odiaba a todo el mundo en cuanto a la salud. Conmigo era diferente porque yo era genuino, no buscaba nada en él", subrayó.

El médico insistió en que Maradona había sido dado de alta y que la presencia de enfermeras que le suministraran medicamentos en su casa fue parte de una recomendación y no necesariamente que requiriera atenciones médicas especiales luego de la operación.

“Después vengan a hablar las estupideces, no hacen más que dañar la memoria de Diego porque estoy seguro de que al que más le duele esto es a él, porque siempre me quiso”, sentenció.