El pueblo de Santa Isabel se vivió de cerca el nombramiento cuando uno de sus hijos se proclamó Novato del Año en la Liga Americana para el 2015. Ese era Carlos Correa, donde la Plaza Pública del municipio fue el escenario perfecto para el jolgorio y la algarabía, y la fiesta de pueblo que le aguardaba.

Dos años más tarde, ese era el preciso lugar que recibiría nuevamente al campo corto de los Astros de Houston tras haber ganado la Serie Mundial este mes. No obstante, la actividad no era para celebrar sus ejecutorias, sino para darle alegría a sus compueblanos, que posiblemente habían perdido pertenencias con el paso del huracán María por la isla.

La familia Correa recibió el respaldo de sus vecinos en Santa Isabel. Cooperaron para que el niño en aquel entonces pudiera realizar sus viajes mientras jugaba las pequeñas ligas, así como los eventos donde expondría su talento ante cazadores de Grandes Ligas y reclutadores universitarios durante su adolescencia.

En el regreso a su pueblo natal, Carlos Correa, hijo, acompañado de sus padres, Carlos Correa y Sandybel Oppenheimer, hermanos y su prometida, Daniella Rodríguez, fue recíproco en lo que una vez experimentó.

'El pueblo no nos abandonó a nosotros. Siempre que tenía una actividad o torneo de softbol y me llegaban los equipos y me cooperaban con un refresco o una fritura. Siempre el pueblo me respondía. Que mejor manera de darle al pueblo ahora que necesita, darle todo lo que ellos merecen. Con mucho orgullo lo hemos hecho y lo vamos a seguir haciendo' dijo el patriarca de la familia.

Durante el paso del ciclón por Puerto Rico, el pasado 20 de septiembre, la familia estaba residiendo en Houston. De inmediato comenzaron a recibir artículos de primera necesidad, ropa y demás, en la espera de ser enviados a Puerto Rico.

'Dios nos quiso mover allá en un momento dado, pero mira la bendición. Estuvimos allí, prestados, pasó esto y tuvimos una oportunidad para ayudar a nuestro pueblo y Puerto Rico. Hemos enviado suministros para bastantes pueblos'.

Correa, padre, informó que esperan que dos vagones lleguen a la isla este próximo viernes. Esta ayuda será destinada posiblemente al municipio de Salinas y en la montaña.

La reacción de los santaisabelinos por las ayudas brindadas era de esperarse. 'En estos días que he podido estar aquí en la plaza organizando y buscando lo que faltaba, el ver cuando la gente llega a ti, te abrazan y te dicen gracias… me siento sumamente contenta', destacó Sandybell, quien está consciente que todo es una bendición de Dios.

'Me siento útil de que he podido ayudar, que Carlos Javier a su corta ha desprendido de su tiempo sociable, para seguir. Desde que llegamos a Puerto Rico no ha sido fácil. Hemos estado faltos de horas para hacer lo que queremos hacer, pero bien contentos (de ayudar)', contó la madre del pelotero.