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Gigante atribulado: Un drama social más allá del básquet

Se quedan en una pieza. Cuando uno les pregunta por telefono a las principales figuras de los clubes de baloncesto donde se desarrolló el atribulado canastero Raúl Rivera, acusado de narcotráfico, lo que de inmediato se escucha es un silencio, seguido por murmullos de tristeza o sorpresa, o ambos. Este es un drama complicado.

'Yo me acuerdo cuando llegó a las prácticas del programa juvenil de los Atléticos', recordó el asistente técnicosangermeñoJavier Torres.

'Para ese entonces, dormía en una hamaca en el balcón de la casa de un señor en un campo en Cabo Rojo al que le hacía mandados y trabajaba en una panadería a cambio de comida. La vida de este chamaco no ha sido fácil', agregó el hijo del extécnicoArmandoTorres.

Era el 1999 y el hermano de Javier, Armanditín Torres, llevaba las riendas del programa juvenil de los Atléticos ante la ausencia del entonces director del mismo, Eduardo Brinn, quien andaba en menesteres de la selección nacional de esa categoría.

'Entonces, llegó un muchacho que era estadístico del equipo, Alexis, con un flaco de siete pies, y como 16 o17 años de edad. Ese año, yo empezaba como gerente general de los Atléticos. De inmediato, quedamos prendados del caso, era una cosa increíble. Un muchacho de siete pies de estatura, que no tenía ni dónde vivir. San Germán básicamente lo adoptó de inmediato. Se le proveyó un lugar donde vivir, comida, se le matriculó en la escuela superior Lola Rodríguez de Tio. Y comenzó a jugar baloncesto', rememoró Torres.

Torres describió al Raúl Rivera de ese entonces como un diamante sin pulir, pero un diamante encontrado en los terrenos más hostiles. El génesis de su carrera como jugador fue muy distinto al de otro sietepiesino que entraba en escena en aquel momento, según explicó Torres.

'Para ese entonces también comenzaba Peter John Ramos y sin que me quede nada por dentro te digo que Raúl, en aquel momento, presentaba mejor ‘basketball sense' en la cancha que él. Tenía mucha malicia en el juego y más habilidad. Todo esto se notaba cuando jugaban 'uno pa uno', ambos de novato, previo a los partidos. Eso era un show', añadió.

'Pero le faltaba trabajar con su físico. Es que no es lo mismo el ‘background' de Peter, su crianza de hogar, que el de Raúl, que se comía un canto de pan porque trabajaba en una panadería y por suerte un señor lo dejaba dormir en el balcón de su casa. Yo te lo juro, yo nunca vi a nadie que se identificara como su tutor, su padre, su madre. Para Raúl, el hogar era el baloncesto y su familia era la gente del baloncesto', destacó Torres.

En la imagen, el asistente Javier Torres, a la derecha, realiza un ejercicio de práctica con el ala pívot Owen Pérez durante un entrenamiento en la pasada campaña. Torres y su familia fue instrumental en sacar inicialmente de la calle a Rivera. 'Hasta Acción de Gracias pasamos juntos', comentó. (http://www.atleticos.org)

Comenzó el Siglo XXI y el joven proyecto de los Atléticos ya mostraba signos de buen futuro. Incluso, recordó Torres, se llegó a vislumbrar la oportunidad de que fuera a la NCAA, y no con cualquier equipo.

'Michael Henderson, un jugador que fue refuerzo de San Germán, se había vuelto árbitro y vino como para 2001 o2002 a trabajar en Puerto Rico. Su esposa era la asistente de Michigan State en femenino y yo hablé con ellos sobre Raúl. Hablamos muchas veces, se coordinaron citas con Raúl, pero Raúl nunca se presentó', lamentó casi doce años después Torres, con el tono de quien revive el frío salpicón de la decepción.

Para este momento, apuntó Torres, las destrezas sociales de Rivera comenzaban a flaquear. Ya no eran las quejas usuales de los maestros y la principal en la escuela, eran cuestiones de adultos que jugaban baloncesto profesional, 'de cuando el momento llega de cobrar por jugar'.

'Hubo cambio de apoderado en 2002, entró Amílcar Cintrón, que lo ayudó un montón también, pero se había salido de control. Era como si la calle pudiese más que la estructura que se le había dado en San Germán, de tres comidas, escuela, trabajo, vida sana, deporte. No supo desarrollar esa mentalidad, pienso yo, y la calle se lo tragó. San Germán hizo todo lo que pudo…pero la calle pudo más que nosotros', exhaló Torres, un tono sombrío en su voz retumbando a este lado del auricular.

Rivera fue enviado a los Indios de Mayagüez donde jugó en tan solo 15 partidos en la temporada de 2004. Las cosas no marchaban bien. Y llegó David Rosario.

'Qué tú me dices? Imposible…', exhaló Rosario cuando en la mañana del martes NotiCel le dijo sobre el arresto de Rivera. 'Esto para mí es muy lamentable. No me esperaba algo así. Esto me duele en el alma. Yo no sabía de él desde 2010, pero ese muchacho era como mi familia', expresó el experimentado técnico.

A Rosario esta situación le toca el corazón y no es para menos. Fueron muchas emociones y tiempo invertidos en este canastero. Luego de una fugaz temporada en 2004 con los Indios, Rivera llegó a los Maratonistas de Coamo que dirigía Rosario, 'para allá, para 2005, cuando yo estaba buscando un jugador que me llenara el vacío que había dejado el refuerzo JaJa Richards'.

'Jugó dos años conmigo en Coamo y en 2007, cuando firmó por vez primera con Arecibo, me lo traigo, pues veo buenas cualidades en él, tanto como jugador y como persona', rememoró Rosario, quien fue el dirigente de Rivera durante sus últimas seis temporadas en el BSN.

'En Arecibo estuvo hasta el 2010 con nosotros. Para mí es sumamente lamentable. Me duele como si fuera un hijo, trabajé con él muchos años, y soy testigo de cómo él es como ser humano. Su vida no ha sido fácil, pero estaba en el deporte y lo hacía bien. Son situaciones que ocurren de la vida. Él nunca tuvo familia cercana que lo ayudara cuando chico. Dependía de sí mismo desde pequeño. El baloncesto era su familia y lo había sacado de la calle', interpuso Rosario con un manto de sosiego encima.

El técnico puntualizó que 'el Raúl que yo conocí es totalmente diferente al que me dices que arrestaron'.

Asimismo, coincidió con Torres. 'De todos los jugadores que he tenido, Raúl era de los más inteligentes, tenía mucho de eso que llaman ‘basketball sense'. Era un buen tipo en el camerino, un jugador de equipo. Ah, y era un gran padre. Siempre estaba con sus hijos, en las prácticas, en los juegos, siempre, siempre. Esto que ha pasado es bien fuerte', estableció Rosario, quien tuvo a Rivera Ramos en sus equipos de campeonato de 2008 y 2010.

El dirigente se acordó además que 'incluso, fue un jugador clave en nuestros juegos internacionales del Torneo de Clubes de FIBA, en 2009, en Brasil y en Amsterdam'.

'También jugó como refuerzo en Nicaragua y en Panamá. Y recuerdo que el agente Pito Vargas le consiguió jugar durante un periodo breve en España. En general era un buen muchacho, nunca me esperaba esto de él, más conociendo cómo había salido adelante en su vida con el baloncesto'.

El protagonista de este peliculón, Raúl Rivera, en uniforme de Arecibo mientras realiza una gestión ofensiva ante Richie Dalmau. (www.basketboricua.com- MySpace/Boricuas Ballers)

Por su parte, el apoderado capitán Luis Monrouzeau le dijo a este diario digital que 'esto es algo muy impactante, pues lo que nosotros como organización conocemos de Raúl es todo lo contrario a lo que ha pasado ahora mismo'.

'Esto me sorprende mucho. No sabía nada de esto, ni me imaginaría algo así. Él terminó de jugar con nosotros en 2010, estuvo tres años y no tuvimos problema con él de ninguna clase. Nunca faltaba a las prácticas, siempre andaba con su esposa, con sus hijos', expuso.

'Qué uno puede pensar? De mi conocimiento no hay nada, pero la gente cambia. O es que hacen las cosas a escondidas y uno nunca sabe nada', expresó Monrouzeau sobre el canastero, quien con los Capitanes tuvo la mejor campaña en su carrera, en 2008, cuando promedió 5.6 puntos y 4.3 rebotes por partido saliendo del banco en un club lleno de estrellas.

El licenciado Víctor M. Souffront, abogado de Rivera, coincidió por completo en la descripción de carácter noble hecha por Rosario y Monrouzeau.

'Es un buen muchacho. Y se mantiene en el deporte, aunque ya no sea a nivel del BSN. Estuve hablando con miembros de su familia y me dicen que algo que lo afectó mucho fue el aumento de los refuerzos en la liga. Eso le restó tiempo de juego y espacio para su desarrollo. En estos momentos se proponía a jugar con equipo de una liga menor que el BSN en Yauco', señaló Souffront, sin poder precisar bien en qué liga planeaba participar Rivera.

La película de Rivera, ejemplo de muchos otros dramas puertorriqueños de los pasados 20 años, prosigue. Es su protagonista un malévolo villano de la interminable guerra institucional contra las drogas u otra víctima del incoherente macondo lleno de calle y rodeado de agua que se llama Borinquen?

Aunque ayer Rivera había pagado su fianza, tuvo que pernoctar dos noches en la cárcel de Guerrero en Aguadilla por trabas con el 'chip' del sistema GPS para el grillete que requería.

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David Rosario fue el dirigente de Raúl Rivera en sus últimos seis años en el BSN. (NotiCel/ Archivo)
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