Mónica y su gran relato de aprendizaje (vídeo)
Mónica Puig podría escribir un libro con tantas lecciones que aprendió en estos pasados tres meses. 'He aprendido mucho, mucho. No se ni donde empezar', expresó Puig, al ser abordada por la prensa sobre lo que ha sido el mejor año de su carrera y uno de los más importantes en la historia del tenis boricua.
'Te digo, estoy un poco en shock. Todo esto empezó en Portugal (Abierto de Portugal), hace unos meses, y de ahí todo fue hacia arriba', dijo. 'Es mucho lo que he aprendido'.
Por ejemplo, una de las grandes lecciones Puig la recibió en Wimbledon, cuando tuvo que estar dos días jugando un partido. En la tercera ronda, ante Eva Birnerova, la lluvia le puso una seria traba al inicio del partido y cuando comenzó, apenas pudieron jugar set y medio, antes de que la regla del 'curfew' ordenara que el partido se detuviera por oscuridad.
De esta forma, Puig llegó a la continuación del juego al otro día abajo un set, y perdiendo en el segundo. Y fue ahí que saco fuerzas para sobreponerse y dominar a Birnerova, en ruta al triunfo más grande de su vida.
'Ese día estuvo todo el día lloviendo. No pude terminar el partido en el primer día, pero me ayudó mucho lo que hablé luego con mi mamé y con mi 'coach' (Alain De Vos). Además, el ánimo que la gente de Puerto Rico me daba también me ayudó un montón. Fue un momento duro, pero cuando en el segundo día le gané ese set, supe que podía ganar el juego. Y así sucedió', articuló Puig ante la prensa en la Casa Olímpica, donde la comunidad deportiva le dio un digno reconocimiento y la prensa pudo compartir con ella.
'Luego de eso, estaba en las nubes', agregó.
Claro, entonces fue el partido ante Sloane Stephens, que la dejó eliminada de Wimbledon.
Luego de dominar el primer set, Puig cayó en el segundo. Una disputa por una cuestionable jugada cantada por un 'umpire' la hizo descontrolarse y perder arrolladoramente el tercer set en ruta a su eliminación.
'Fue mi primera experiencia en esta situación, pero yo le doy todo el crédito a Sloane, que pudo sacar ese partido. Ella estaba jugando un tenis increíble. Quizás fue una bendición lo que me pasó, pues ya sé cómo tengo que actuar en esa situación y se que para la próxima no me sucederá lo mismo', apostilló Puig.
Bueno, llegó a la cuarta ronda de Wimbledon, algo que no mucha gente ha hecho, mucho menos las tenistas puertorriqueñas. Incluso, durante la conferencia de prensa y como era de esperarse, surgió el nombre de Gigi Fernández, puertorriqueña que decidió jugar por Estados Unidos, y con quien Puig ha sido comparada en un sinnúmero de ocasiones.
'Gigi me ha apoyado mucho. Yo no se mucho de ganarle a las grandes del mundo, eso lo estoy haciendo ahora. Y ella me está dando muchos consejos. Ella era una campeona fenomenal y sus consejos me ayudan mucho', acotó.
Sea el respaldo de Gigi, el de sus padres, el de su 'coach' o el del pueblo de Puerto Rico, hay algo que se puede deducir tras conversar con Puig y verla desenvolverse ante la prensa de su Nación: su nivel de confianza está muy alto.
'Cuando empezó Wimbledon y llegó el sorteo, yo quería enfrentarme a las mejores del mundo. La gente puede pensar que yo estoy loca, pero a quería ir contra Maria Sharapova o contra Serena Williams y cuando me tocó Sara Errani, que era la número cinco del mundo, me puse bien contenta', dijo Puig.
'Entonces, después de ganarle a Errani, mi confianza se puso bien alta. Eso me ayudó mucho en el resto del torneo. Ahora mismo, yo creo que ahora mismo, me puedo ganar a cualquier jugadora del mundo', puntualizó.