Nadal y Djokovic se enfrentarán en semifinal de Roland Garros
El español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic lograron hoy su clasificación para semifinales de Roland Garros, donde se medirán el próximo viernes en la cita esperada que muchos consideran una final adelantada.
El español derrotó al suizo Stanislas Wawrinka por 6-2, 6-3, 6-1 en menos de dos horas, su actuación más corta desde que comenzó el camino para lograr su octava Copa de Mosqueteros.
Algo más sufrió, pero no mucho, el serbio frente al germano Tommy Haas, al que venció por 6-3, 7-6(5) y 7-5 en 2 horas y 13 minutos.
La de Nadal fue la victoria 57 en la tierra batida parisiense, por lo que queda a uno del récord que en este torneo tiene el argentino Guillermo Vilas.
A Nadal le han sentado bien los 27 años que cumplió el pasado lunes. Contra el japonés Kei Nishikori en octavos y hoy frente a Wawrinka, mostró un tenis muy sólido, sin fisuras, sin opciones para su rival, nada que ver con el de los dos primeros partidos, en los que comenzó cediendo el primer set antes de remontar, o en tercera ronda contra el italiano Fabio Fognini, cuando su juego pareció espeso y poco consistente.
El nipón no le rompió ninguna vez el servicio. Wawrinka lo hizo en una ocasión en el segundo set, pero a cambio tuvo que soportar la apisonadora mallorquina, la continua presión del tenis de un Nadal dispuesto a abreviar el trámite.
'He jugado mi mejor partido de todo el torneo. Se han dado todas las condiciones', afirmó el mallorquín.
En el primer set, el español dispuso de puntos de rotura del saque del helvético en todos los servicios y en el segundo solo se adjudicó su saque en dos ocasiones sin problemas.
Desesperado, Wawrinka tuvo que asumir que el Nadal de hoy no era un plato de gusto. El suizo pagó su rabia con la raqueta, que destrozó contra el suelo.
El helvético no había ganado ningún set al español en las nueve anteriores veces y no logró hacerlo tampoco en la décima.
Ahora Nadal tiene ya su semifinal prometida contra Djokovic, el duelo por todo lo alto que Roland Garros aguarda desde hace tiempo. Será una reedición de la final del año pasado, que se jugó en dos días a causa de la lluvia y en la que el serbio no tuvo ninguna opción.
Pero sobre todo será una repetición de la final del pasado torneo de Montecarlo, el único partido perdido por Nadal esta temporada en la gira de tierra europea.
En el Principado, Djokovic se mostró superior al español, que había vuelto en febrero a las pistas tras siete meses ausente por problemas en la rodilla y pareció un poco justo de forma.
Pero desde entonces el nivel del mallorquín no ha hecho más que mejorar. Ganó en Barcelona, Madrid y Roma, una apisonadora que recordaba los mejores años del Nadal que ha triunfado siete veces en París.
Los dos llegan pletóricos de forma. Nadal, con el objetivo de levantar su octava Copa de los Mosqueteros y Djokovic, más que nunca, con la intención de sumar a su palmarés el único Grand Slam que le falta.
La ventaja moral está del lado del español, que siempre ha derrotado a Djokovic en la Philippe Chatrier y que le ha ganado en 19 ocasiones, frente a las 15 del serbio.