Mónica y su ascenso al 'otro nivel'
Entonces, surgió una nueva fuerza deportiva puertorriqueña llamada Mónica Puig. Por si no se dio cuenta, ya hizo el salto… esta semana se ganó a dos con más alto ranking que su actual #86, entre ellas, la #11 del mundo, Nadia Petrova, en su primer torneo Grand Slam en el cuadro de clasificadas y puso contra la pared a la #20, Carla Suárez Navarro, una de las mejores jugadoras de arcilla en la actualidad.
Pero, cómo sucedió esto, más allá de la experiencia que torneos internacionales le han dado a esta aleta de raíces puertorriqueñas criada en la Florida? Quién puede hablarnos del juego de Puig y cómo ha sido esta travesía? Pues a NotiCel no le costó más remedio que sentarse a dialogar sobre el juego de Puig con su entrenador, Alain De Vos.
'Cuando empecé con ella apenas tenía 14 años de edad y era una jugadora del circuito junior de la ITF (Federación Internacional de Tenis). Era un diamante sin pulir. Ahora mismo hay años de luz de diferencia y falta mucho', expresó el técnico vía telefónica desde Francia.
'Era un diamante que había que pulir. Le pegaba a la pelota a una velocidad impresionante, eso me llamó mucho la atención. Luego, cuando empecé a viajar a torneos con ella, vi que tiene una manera de competir muy intensa. Es muy competitiva. Hay que entrenarla de esa manera, así funciona esto', puntualizó el 'coach' De Vos, responsable del programa de transición que llevó a Puig del circuito junior al de adultos, el tenis femenino más caro del mundo.
De Vos, nacido en Bélgica y criado en España, explicó que Mónica se exige bastante ella misma, 'pues desde que la conozco nunca le ha gustado perder'. Y el 'coach' le exige porque sabe cuan fuerte está la cosa ahora mismo en el tenis femenino.
'En todo este proceso, lo más difícil fue escalar de junior a dónde estamos ahora y mantener la constancia. No hay que olvidar que el tenis ha cambiado mucho, se ha vuelto más físico. Ya no ves niñas de 16-17 años ganando torneos de adultos. La última vez que eso sucedió fue en los noventa, para la época de Martina Hingis. De hecho, es raro ahora mismo ver jugadoras de 18-19 años en el Top 20, eso ya no existe. Entonces, en donde estamos ahora mismo, es en esa recta en la que Mónica hace esa transición y no es fácil. Estamos trabajando muy duro', explicó.
'En este torneo nos comenzamos a dar cuenta que, primero, Mónica está empezando a crecer, hay que darle oportunidad para que entienda las cosas como son, que comience a conocerse ella misma, que comience a saber que todo es posible', agregó De Vos.
Como instructor, el técnico indicó que una de las cosas que más trabaja con la jugadora es la parte sicológica, pues 'esto no es un deporte en equipo, como el baloncesto. Ella depende allá dentro de ella misma'.
'En el tenis estás continuamente hablándote a ti mismo, trabajando con tu mente. Hay que aprender a conversar con uno mismo de manera constructiva y no destructiva cuando se está allá adentro', dijo De Vos.
'Hay que saber 'mentalizarse' y aceptar lo que hay, especialmente en un torneo grande como este, que hay que tener el temple dentro y fuera de la cancha. Cuando nos tocó Petrova en la primera ronda, le dije ‘nos tocó picar piedra, qué se le va a hacer'. No fue fácil, pero no hay espacio para quejarse. Hay que meter mano, ir de frente y sacar el juego. Y Mónica supo sacarlo. Igual en la segunda ronda ante Madison Keys. En ese aspecto del juego es que estamos ahora mismo, en la de ir de frente ante los retos que vengan, que cada vez serán más fuertes', manifestó.
El mes entrante, Puig jugará su segundo Grand Slam en la siembra inicial de la competencia, el Torneo Wimbledon, a donde De Vos espera que su pupila llegue entre las primeras 70 clasificadas tras la actuación en Roland Garros. Es decir, no hay espacio para bajar la confianza adquirida en este momento de su carrera.
'El nivel de confianza solo viene con el trabajo que pones. Es como el alumno que estudia. Si estudias, sabes que vas bien', explicó De Vos.
'Le pongo siempre este ejemplo: si no trabajas la derecha paralela, no esperes que te salga. Son cosas normales. Cuando pones el trabajo, la confianza llega. Es algo que no se puede comprar', apuntó.
Y el nivel de confianza de De Vos tampoco ha sido comprado. Es decir, si Mónica está viviendo algo nuevo, para De Vos es igual.
'Yo había estado de ‘coach' asistente en la Academia de Justine Henin, en Florida, pero Mónica ha sido mi primer proyecto grande como entrenador en propiedad', explicó De Vos, quien siempre habla en plural cuando se trata de su pupila, es decir, 'estamos trabajando; perdimos ese ‘match'; estamos con buena confianza; etc…'.
'No me sorprendería si Mónica se mete en el 'Top 20' mundial, cuidado si más', dijo.
'Estamos trabajando para eso', remató.
Los frutos de la labor en equipo ya se ven.
'Pero falta más, mucho más', finalizó De Vos.