Con anillo en mano LeBron James
El alero LeBron James fue el último en recibir el primer anillo de campeón de la NBA de manos del dueño de los Heat de Miami, Micky Arison, en la ceremonia previa al partido inaugural de la nueva temporada de la NBA disputado ante los Celtics de Boston, que estos últimos perdieron por 120-107.
El American Airlines Arena, de Miami, registró un lleno de gala para ver también como el comisionado David Stern, iniciaba la ceremonia de entrega de anillos, dando el primero a Arison, que luego se encargó de hacer lo mismo con todo el personal del equipo, comenzando por el presidente Pat Riley.
Mientras los jugadores observaban felices los anillos, en el centro del campo, se izó hasta el techo del American Airlines Arena el banderín de campeones de la NBA, que consiguieron la pasada temporada, el segundo en la historia del equipo.
Nada más concluir la ceremonia llegó la acción ante los Celtics, que no mostraron ningún tipo de interés por el acto ni tampoco estuvieron demasiado amables con su excompañero, el escolta Ray Allen, que sí mostró todo el respeto y educación al saludar al banquillo, incluyendo al ala-pívot Kevin Garnett, que lo ignoró.
James, Allen, el escolta Dwyane Wade y Chris Bosh, que salió como auténtico número cinco, no tuvieron ningún problema con el mal talante de los Celtics porque los dominaron de principio a fin del partido y consiguieron la victoria por 120-107.
Los Heat, a pesar que vieron como James sufrió calambres en la segunda parte y no pudo jugar, no tuvieron problemas al demostrar que han formado un gran equipo, con moral de campeón, y mucho más reforzado, donde la presencia de Allen y el alero Rashard Lewis en un plus ganador.
James antes de dejar el campo quiso dejar su aportación y ser el mejor del equipo al conseguir un doble-doble de 26 puntos y 10 rebotes.
Mientras que Wade se erigía en el líder encestador indiscutible al aportar 29 puntos y superar la barrera de los 15.000 como profesional, marca que estableció con el parcial de 37-30 en el segundo cuarto del partido.
Junto a Wade y James de estrellas, Bosh los acompañó al conseguir otro doble-doble de 19 puntos, 11 rebotes y puso tres tapones, sin que los hombres altos de los Celtics pudiesen ser factor ganador para su equipo.
Bosh como número cinco puede ser el movimiento ideal que necesitaba el equipo de cara a ser todavía mucho mejor de cara a la nueva temporada.
Allen, que mostró su gran clase tanto dentro como fuera del campo, salió ya iniciado el primer cuarto y respondió con un triple monumental que le hizo ganarse a todos los seguidores de los Heat.
Luego mantuvo su línea de jugador importante en cualquier equipo y lo demostró al aportar 19 puntos, dos asistencias y dos rebotes.
Por si todo lo anterior no había sido suficiente, el base Mario Chalmers confirmó que sigue madurando como jugador y líder en la dirección del juego y registro 11 asistencias, recuperó tres balones y anotó ocho puntos.
Los Celtics nunca pudieron con el mejor juego de equipo e individual de los Heat, aunque sus nuevas adquisiciones como el escolta Courtney Lee, Jason Terry y en especial el brasileño Leandro Barbosa hicieron una buena aportación y se les vio integrados en el sistema de juego.
Pero a los Celtics les faltó continuidad y de ahí que aunque lograron racha de 14-3, que les puso con parcial de 111-107 cuando faltaban 2:09 minutos por jugarse, no pudieron controlar el acierto de Bosh que respondió con siete tantos consecutivos (118-107) y acabó con las esperanzas de remontada de Boston.
El alero Paul Pierce, con 23 puntos, cinco rebotes y cinco asistencias, fue el líder de los Celtics, que también tuvieron el apoyo del base Rajon Rondo al lograr un doble-doble de 20 tantos y dio 13 pases de anotación.
Mientras que Barbosa, que salió de reserva, fue el mejor al aportar 16 puntos (6-8, 3-3, 1-2), capturó un rebote y dio una asistencia en solo 16 minutos que estuvo en el campo.
La nota negativa la dio Rondo al cometer una falta técnica y otra flagrante contra Wade cuando ya concluía el partido.
Su acción no terminó en pelea porque Wade tuvo mejor control y cuando estaba a punto de lanzarle el balón contra la cabeza se lo pensó dos veces y lo mantuvo en sus manos para de esa manera no enturbiar una noche triunfal y especial para él y los Heat.