Un concierto de buen fútbol impartió ayer el mexicano Monterrey en su aplastante victoria 0-6 sobre el Chorrillo de Panamá en la última jornada del Grupo 7 de la Copa de Campeones de la Concacaf.

En un partido jugado en el Estadio Nacional Rommel Fernández de la capital panameña, el bicampeón mexicano de la Confederación Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf) jugó a placer con una alineación que combinaba juveniles como Gerardo Moreno y experimentados como Jesús Corona, el chileno Humberto Suazo o el argentino Nery Cardoso.

El campeón panameño solo tuvo resistencia hasta el minuto 10, cuando la defensa del Chorrillo en una jugada infantil le dio el balón a Dario Carreño, quien, solo, inauguró el marcador fusilando al portero Carlos Valdés.

Mientras Suazo controlaba el centro del campo y repartía balones a sus compañeros en jugadas rápidas, Corona destruía la débil defensa local por la banda derecha.

Es así que al minuto 24 el regiomontano Corona llevó el esférico dominado entre tres defensores panameños antes de servirle a Suazo un pase que el chileno controló con un zurdazo que clavó el balón en la cabaña de Valdés, lo que confirmaba que los mexicanos no iban a perdonar.

La entrada del delantero José Álvarez le dio un poco de bríos al Chorrillo, pero ya al minuto 40 recibía la primera tarjeta amarilla del partido.

En el segundo tiempo la superioridad del Monterrey era mayor aún, al punto que en algunos pasajes del encuentro, por exceso de confianza, casi ven caer su portería, lo que no ocurrió por la mala puntería de los atacantes o por el esfuerzo de Ibarra, de impecable labor en los tres palos.

Al minuto 50 Suazo aumentó su marca personal al aprovechar una jugada de Carreño por la banda izquierda y siete minutos después Cardoso, que acababa de ingresar al terreno de juego, convirtió el quinto, al recibir un balón largo y entrar al área del sacrificado Valdés sin marca.

Al minuto 75 el juvenil Molina se salvó de una cartulina roja directa al pisar arriba de la rodilla al capitán panameño, Engin Mitre, en una jugada con balón dividido en la que el local llevó las de perder.

Monterrey jugó con diez hombres los últimos nueve minutos del partido porque Edgar Solís no se pudo recuperar de un golpe en una pierna derecha, pero ni eso le dio a Chorrillo las posibilidades de anotar el tanto del honor.

Al minuto 90+3 del tiempo de reposición, Madrigal acompañó una nueva jugada de lujo iniciada por Suazo desde el sector derecho, quien da el pase a Cardoso en el área grande del Chorrillo y este, con el taco, cede el esférico al juvenil, que anotó potente y rasante, terminando el sufrimiento de los locales, que se despidieron del torneo sin ganar ningún punto.