‘Dr. Hardcore' de la lucha libre lideraba cartelillo de pepas (vídeo)
El doctor César Vargas Quiñones, líder del grupo de médicos, farmacéuticos y empleados de clínicas arrestados en la madrugada del miércoles, es un luchador que hasta el pasado mes de octubre estuvo envuelto en el negocio de la lucha libre y que a mediados de la pasada década figuró como líder de la ya difunta empresa New Wrestling Stars (NWS), en donde, según información cibernética, militaron luchadores internacionales como el fenecido Bison Smith y Shane Sewell, y leyendas del pancracio nacional, como Chicky Starr, Huracán Castillo y El Profe, y donde fue conocido como el ‘Dr. Hardcore', por su cantidad de luchas tipo extremas.
Vargas Quiñones fue luchador de una compañía que él mismo fundó, la NWS, la cual, a mediados de la pasada década alcanzó prominencia nacional con programas en televisión y con relaciones interpromocionales con las dos principales empresas de Puerto Rico: la World Wrestling Council que dirigen Carlos Colón y Víctor Jovica y la International Wrestling Association que administran Miguel Pérez y Savio Vega.
Recientemente, había participado de carteleras en el llamado circuito independiente.
Porla NWS, no obstante, desfilaron varios luchadores de la escena local e internacional, según se explica en las páginas de Wikipedia y de Facebook de la ya difunta empresa.
(Vídeo de una de las últimas apariciones del ‘Dr. Hardcore', César Vargas. Aquí aparece al principio, durante un segmento del programa de la Caribbean Pro Wrestling (CPW)
El doctor/luchador fue parte de un grupo de cuatro médicos, cinco farmacéuticos y otras 24 personas que fueron arrestadas en horas de la madrugada del miércoles durante un operativo de la Agencia federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) realizado en varios pueblos de la zona noroeste contra una red de venta ilegal de medicamentos controlados.
En información publicada por CyberNews, el fiscal federal José Capó, precisó que un gran jurado federal emitió el martes un pliego acusatorio contra 33 personas por conspirar, poseer, dispensar y distribuir sustancias controladas. Alegadamente, la organización se dedicaba a obtener recetas para sustancias controladas, a través de médicos que trabajaban en la Clínica Sheily, conocida también como la Sala de Urgencias Policlínica Doctor César Vargas Quiñones, sin un propósito legal o médico.
Las recetas de medicamentos como Percocet, Bicodin, Demerol, Buprenorfina, Xanax y Clonopin, se despachaban en varias farmacias de los pueblos de San Sebastián, Moca, Aguadilla, con el fin de distribuir sustancias controladas, para el beneficio económico de los co-conspiradores. Se estima que las ganancias de esta operación se comparan con el equivalente a tres mil kilos de marihuana.
'El propósito de este plan era dispensar recetas de sustancias controladas, llenarlas en varias farmacias de los pueblos que ya hemos mencionado y luego revenderlas ilegalmente', indicó Capó.
Los doctores arrestados junto Vargas Quiñones fueron identificados como Héctor Aguilar Amieba, Luis Betancourt Medina y Jaime Pérez Hernández. Mientras, los dueños y farmacéuticos envueltos fueron: Julio Moro Pérez, de la Farmacia Nueva en San Sebastián y Best Pharma en Moca; Zaida Pérez Méndez de la Farmacia Modelo en San Sebastián; Yanira Santiago Soto, de la Farmacia Jani en San Sebastián; Armando Rodríguez López de la Farmacia Jaileen en Aguadilla; y Nancy Quiles de la Farmacia San Dude en San Sebastián. De inmediato los doctores y farmacias perderán sus licencias para recetar o dispensar este tipo de medicamentos. Los acusados enfrentan de cinco a 20 años en prisión con multas ascendentes a un millón de dólares.
'Puerto Rico tiene un serio problema contundente con la venta y distribución de sustancias controladas por lo accesible que están a las personas siempre que haya un médico y un farmacéutico dispuestos a recetar y despachar este tipo de medicamentos sin un propósito medico legítimo', sostuvo el funcionario federal, a la vez que el director interino de la DEA, Pedro Janer, dijo que el tráfico de este tipo de drogas es un problema que ha estado creciendo tanto en Estado Unidos como en Puerto Rico.
En el continente norteamericano se estima que unos 7 millones de ciudadanos utilizan este tipo de sustancias, lo que significa más que los usuarios de todas las otras drogas juntas.
'Estas drogas se han convertido en las predilectas para los jóvenes. Se ha convertido en la nueva droga de entrada, reemplazando a la marihuana y han contribuido grandemente en los asesinatos que se han estado registrando aquí en la Isla', expuso Janer, precisando que ocho de cada diez gatilleros que han sido arrestados han admitido haber estado bajo los efectos de este tipo de pastillas al momento de cometer el crimen.