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Jordan era el mejor pagado y ahora es un maceta

El estelar e icónico Michael Jordan, quien por años uso sus habilidades en el tabloncillo para crear una fortuna de millones y millones de dólares, hoy día le da la espalda a los jugadores de la NBA que luchan por mas justicia económica en el nuevo convenio colectivo.

A pesas de ser, por años, el atleta mejor pagado del mundo, llegando a cobrar más de 40 millones por temporada, sin contar que ganaba aún más en auspicios, Michael Jordan se ha demostrado como uno de los dueños más intransigentes a la hora de abrir el bolsillo para los jugadores en una liga que genera billones al año.

El dinero obtenido tras su magistral carrera baloncelística, lo llevó a convertirse en el primer ex jugador en comprar y ser dueño mayoritario de una franquicia profesional, los Bobcats de Charlotte, en los Estados Unidos. Hoy día, Jordan es el líder de un grupo de dueños que no quiere otorgarles a sus jugadores más de un 47% de los ingresos relacionados al baloncesto (BRI por sus siglas en inglés), aún cuando es más que claro que los consumidores de los productos de la NBA lo hacen por los que sudan la camisa y se doblan los tobillos en la cancha.

El BRI ha sido el punto de mayor discordia en el cierre laboral que lleva 126 días y que ha guiado los fanáticos del baloncesto al borde de la locura. El cierre no solo afecta a los jugadores sino a todos los empleados y pequeños comerciantes que dependen de la fanaticada que se presenta a los juegos a ver a sus 12 ‘caballos', no a los dueños.

No es la primera vez que Jordan demuestra sus garras avariciosas, o de ‘lambío', como decimos los boricuas, y abandona sus principios por los chavos. En sus años como jugador se le pidió que endosara a un candidato negro por el partido demócrata en el área de Chicago a lo que el seis veces campeón contesto 'los republicanos también compran tenis'. Con cualidades como estas, no sorprendería que vendiese el equipo y venga a Puerto Rico a correr para un puesto en el senado, donde quizás se sentiría en familia.

Michael Jordan, a la derecha durante un partido de golf con Tiger Woods, se olvidó de sus raíces como jugador.
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