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'Ponerme esa camiseta es suficiente'

Al primer dirigente puertorriqueño en la historia de las Grandes Ligas no le importa ni el dinero ni el poder. Y qué si viene de dirigir a los Marlins de Florida para ser ahora el asistente del dirigente de los Bravos de Cidra en la selección nacional? Edwin Rodríguez solo quiere representar a su patria.

Como gran profesor catedrático del béisbol que es, Edwin Rodríguez ha decidido tomarse una sabática para concentrarse en su nuevo proyecto.

'Dirigir en invierno? No, no creo… sí, sí, me parece que estoy en sabática. Solo quiero dedicarme a la selección nacional y en febrero regresar al béisbol organizado', le comentó Rodríguez a NotiCel martes en la noche, apenas a una hora de aceptar ser ‘coach' de banco del dirigente de la selección nacional, José David Flores, quien lo llamó para requerir de sus servicios luego de varias comunicaciones por email.

'Me llamó él, me llamó después el licenciado (Israel) Roldán (presidente de la Federación de Béisbol de Puerto Rico) y la oportunidad que me presentan es una que no la tiene todo el mundo. Estoy muy orgulloso de que me hayan invitado', dijo Rodríguez, mientras la humildad se desbordaba por el auricular del teléfono.

Es decir, de dirigir en Grandes Ligas, Rodríguez regresa a Borinquen a asistir al dirigente de los Bravos de Cidra en la Doble A, Flores, quien cuenta con vasta experiencia en el béisbol boricua. De dirigir en un equipo que le dio un contrato de muchas cifras, Rodríguez viene a ayudar a Puerto Rico en un selección que no se ha caracterizado históricamente por pagarle bien a sus componentes, como por ejemplo, la de baloncesto.

'Ni de eso hemos hablado. Nah, pero es que yo no estoy pendiente a esas cosas. Ya yo pasé es etapa, con ponerme esa camiseta nada más es suficiente. Es un privilegio poner mi experiencia en el béisbol al servicio del País', apostilló Rodríguez.

El veterano hombre de béisbol indicó que ya comenzó a programarse mentalmente para este nuevo proyecto.

'Todavía no sé bien cuál será mi rol, pero José David quiere que yo esté con él en el banco cantando el juego. Pero ya yo estoy pensando en la configuración de lo que será el equipo. No sé cómo será esa dinámica. No sé si van a mantener más o menos la misma plantilla de los últimos juegos que jugaron, pero hablando con José David, más o menos me dio una idea de lo que hay. Durante los próximos días me enteraré de cuáles serán los profesionales que estarán disponibles y si van a hacer un balance con jugadores del torneo de Puerto Rico, que todavía no acaba. Yo entiendo que hay mucho material disponible y se puede hacer un buen grupo', puntualizó.

Su presencia podría servir para motivar a jugadores profesionales que en circunstancias regulares no jugarían para que se integren al equipo patrio. Rodríguez, sin embargo, no lo ve así pues 'realmente yo creo que la motivación de todo aquel que está en el deporte, independientemente del deporte que sea, es representar a Puerto Rico. Con eso es más que suficiente'.

Así las cosas, Rodríguez dijo que no piensa dirigir en el invierno, pues 'estoy de sabática'. Se había rumorado que había tenido conversaciones con los Gigantes de Carolina, quienes cuentan ya con un dirigente en Orlando Merced, pero que Rodríguez pudiese haber entrado en alguna otra faceta. Sin embargo, indicó que las conversaciones que ha sostenido con Carolina han sido por pura amistad, pues el ex gerente general de los Gigantes, Héctor Lebrón, es su amigo personal.

Tampoco lo han llamado de San Juan, ni de Mayagüez, ni de Ponce, ni mucho menos de Caguas. Tampoco lo han llamado de ningún equipo de las ligas de México, Venezuela o República Dominicana.

'Es que no estoy vislumbrando trabajar en el béisbol de invierno. Eso sí, espero que caiga algo para cuando lleguen los entrenamientos primaverales. Yo estoy dispuesto a trabajar en cualquier capacidad con el equipo que me haga la mejor oferta', dijo, reiterando que tres equipos se comunicaron con él la misma semana en la que le renunció a los Marlins, aunque no quiso revelar sus nombres.

Edwin Rodríguez suda orgullo patrio cada vez que habla.
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