Las interrupciones y los regaños protagonizan el primer debate entre Trump y Biden
Mientras intentan discutir temas de economía y salud.
En un debate en el que el presidente estadounidense, Donald Trump ha tenido que ser señalado por su indisciplina para seguir las reglas en un sinnúmero de ocasiones, los temas de COVID-19, impuestos pagados y el discrimen racial han pasado a segundo plano debido, precisamente, a las discusiones que giran en torno a la necesidad de cumplir con los puntos establecidos.
Durante más de una hora, el presentador de la cadena conservadora Fox News Chris Wallace, ha intentado frenar las constantes interrupciones de Trump a su contrincante y exvicepresidente estadounidense, Joe Biden, mientras se abordan los temas discutidos, entre los que también figura la economía.
En el turno inicial, cuestionado sobre su determinación de nominar a Amy Coney al Tribunal Supremo tras la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg, Trump sentó las bases argumentando que ganó la elección pasado, por lo que su mandato es de cuatro años y tiene derecho constitucional para hacer el nombramiento.
"Ganamos la elección. El resultado tiene consecuencias", dijo al respecto Trump.
Biden, por su parte, utilizó su turno para argumentar que la designación debía esperar a que culminara la actual contienda electoral, y desde ese inicio, comenzaron las interrupciones de Trump.
En el tema del COVID-19, la discusión, que también contó con múltiples interrupciones del Presidente estadounidense, se centró en la vacuna para el novel virus.
Trump argumentó que estaba haciendo un trabajo "fenomenal" con el manejo de la pandemia, pese a que durante semanas optó por minimizar la situación e incluso, expuso que el virus estaba siendo exagerado por los demócratas. De hecho, Estados Unidos es el principal foco de la pandemia actualmente, con más de 7 millones de casos. En su respuesta durante el debate, el Presidente prometió nuevamente una vacuna antes de que acabe el año.
Para Biden, esa promesa es irreal y pone un peso adicional sobre los hombros de los científicos que trabajan para encontrar una cura contra el virus, que ya ha cobrado la vida de más de 200,000 estadounidenses.
Este debate es el primero de tres que suponen celebrarse antes de la elección presidencial el próximo 3 de noviembre.