Alertan por cobro abusivo a artesanos por parte de ferias
Hasta $400 dólares han exigido a artesanos para participar en eventos, cuando la ley establece que el límite que se les puede exigir es de $25.
Quizás muchos artesanos no lo saben, pero la Ley 166 de 1995 los protege de cobros ilegales por parte de organizadores de ferias, que ya comienzan a difundir sus eventos de cara al verano e, incluso, la época navideña.
Los artesanos cobijados bajo este beneficio deben estar certificados por el gobierno, en la Oficina de Desarrollo Artesanal de de la Compañía de Fomento Industrial, por lo que no cualquiera puede recibir la ayuda.
La ley que ampara a los artesanos nacionales busca evitar los cobros abusivos dado el trabajo que realizan estos artistas, que muchas veces cumplen una labor que va más allá de presentar sus obras en un exhibidor en medio de una feria.
El artesano experto en talla de santos Walter Echevarría recibió un mensaje a su celular hace unos días de la organización de una feria de Navidad y se sorprendió al conocer los requisito que se le imponía para poder mostrar su arte.
"Me pedían $400 dólares para poder estar en el evento. Mi ingreso proviene de mi trabajo. Yo demoro en dos piezas una semana y las vendo en $150. Tengo que vender tres piezas, que me demandan más de una semana, para darles los $400", expuso.
Agregó que la situación que vivió "la considero un abuso. Ellos saben lo que están haciendo (violando la ley), son unos 'caripealos'. Y no hay nadie supervisando. Las agencias encargadas no lo están haciendo. Hay muchos festivales que están cobrando en exceso y ninguna agencia está fiscalizando ni multando".
En cuanto a la ley, el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) informó que el tope en el cobro -un máximo de $25 si es una feria privada o si tiene la ayuda del gobierno, como suele ocurrir-, requiere que la persona tenga certificación artesanal vigente y que el trabajo que vaya a vender sea por el cual recibió esa certificación.
Echevarría considera que los artesanos "somos parte importante de la cultura y las tradiciones, sino existimos mueren. Esa ley (166) se creó para proteger al artesano. A fines de los '90 y principios de 2000 había gente que quería cobrar a los artesanos y la ley no especificaba ese asunto, por lo que se enmendó en dos ocasiones (2018 y 2020), hasta dejar en $25 el cobro" mientras dure la actividad.
Frente al cobro que deben cancelar, el artesano se explayó sobre su labor: "Nosotros somos también educadores, sobre por ejemplo el uso de la madera, de la historia... Además, soy un anfitrión en las ferias a las que asisto, también hacemos ese trabajo. Yo tengo mucho público que sé que va a llegar a verme. No por el festival, sino que por mí. Los artesanos somos una atracción. Por eso incluso no deberíamos pagar, porque tienes un servicio que nosotros brindamos".
Junto con alertar que muchos artesanos no conocen la ley que los protege de estos cobros abusivos, Echevarría advirtió que el ICP se hace de la vista larga ante la situación y sigue cogiendo fondos de la Compañía de Fomento Industrial.
Sobre esta agencia, el artesano también arremetió: "Cogen mucho dinero por cada artesano certificado, porque para la ley somos microempresas y ellos cogen dinero del gobierno federal. Mientras más artesanos tengan, más dinero cogen. Por eso están certificando a personas que no son artesanos ni artesanías, que no tienen que ver nada con nuestra cultura".