Recomiendan hacer pruebas de zika en todas las donaciones de sangre
Estados Unidos recomendó hoy hacer pruebas del virus del Zika en todas las donaciones de sangre en sus estados y territorios, algo que hasta ahora solo se pedía en las áreas con contagios locales.
En un comunicado, la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) anunció la nueva medida para extremar precauciones ante el desconocimiento que sigue existiendo sobre el virus y las nuevas sospechas que apuntan los estudios científicos.
Esta revisión de la guía emitida el 16 de febrero para las áreas con contagios locales del zika extiende la recomendación a todos los estados y territorios de EE.UU. para que sometan a pruebas del virus todas las muestras de sangre y componentes de sangre donados.
Estas pruebas, que ya se hacen en áreas con transmisión local del zika como Florida y Puerto Rico, continuarán 'hasta que el riesgo de transmisión del zika por transfusión se reduzca'.
'Dada la nueva información científica y epidemiológica sobre el zika, está claro que es necesario tomar medidas de precaución adicionales', afirma en la nota Luciana Borio, jefa científica interina de la FDA.
'Sigue habiendo mucha incertidumbre sobre la naturaleza y el alcance de la transmisión del virus del Zika', apunta Peter Marks, director del Centro para la Evaluación Biológica de la agencia gubernamental.
Hasta ahora no se ha registrado ningún caso de zika relacionado con una transfusión de sangre en EE.UU., según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El sur de Florida, Puerto Rico y las Islas Vírgenes tienen transmisión local del virus, mientras que en el conjunto de Estados Unidos hay más de 2.000 casos importados, de personas que se contagiaron en otro país.
Cuatro de cada cinco personas infectadas con el virus nunca desarrollan síntomas, lo que impide que las preguntas rutinarias que se efectúan en los bancos de sangre puedan servir para determinar con certeza si una persona tiene zika.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el pasado 1 de febrero que las malformaciones congénitas (sobre todo microcefalia) y los trastornos neurológicos (Síndrome de Guillian-Barré) ligados al contagio del zika constituían una emergencia sanitaria de alcance internacional, pero descartó incluir como tal el brote en sí mismo.
Lo más alarmante sobre el actual brote de zika, que afecta principalmente a América Latina y al Caribe, es su vinculación con la microcefalia, una afección por la que la cabeza de los bebés o niños pequeños tiene un tamaño menor al normal y que puede acarrearles problemas de desarrollo.
El zika es un virus que se transmite por la picadura de mosquitos vectores del género Aedes, como el dengue y el chikunguña, y cuyos síntomas son similares pero más leves: sarpullido, fiebre ligera, dolor muscular y de las articulaciones.
Muchas personas infectadas con zika no acuden al médico al no presentar síntomas o confundir estos con los de un resfriado o una gripe, lo que complica el seguimiento del virus por parte de las autoridades sanitarias.
Por ahora, no existe ni vacuna ni tratamiento contra un virus que fue descubierto en los años cincuenta del pasado siglo en el bosque Zika de Uganda, de donde toma el nombre.