Aspirinas pudieran prevenir cáncer en gente con sobrepeso
Un grupo de científicos británicos de las universidades de Newcastle y de Leeds ha desarrollado un estudio, publicado hoy lunes, que demuestra que tomar una aspirina al día podría ayudar a los pacientes con sobrepeso a prevenir el desarrollo de cáncer de colon.
La investigación descubrió que los pacientes con sobrepeso que padecían el síndrome de Lynch, una mutación genética hereditaria, tenían el doble de posibilidades de desarrollar cáncer de colon en comparación con el resto.
Este síndrome afecta a los genes responsables de detectar y reparar el ADN dañado, los cuales producen proteínas que identifican y corrigen los desajustes, y alrededor de la mitad de las personas que lo padecen desarrollarán un tumor maligno.
Los hallazgos de la nueva investigación, desarrollada durante diez años, demostraron que ese riesgo de desarrollar cáncer se puede neutralizar tomando una dosis regular de aspirinas.
El estudio internacional, publicado en Journal of Clinical Oncology, recogió datos de 43 centros repartidos entre 16 países del mundo siguiendo el progreso de unos 1,000 enfermos que padecían el síndrome.
Jhon Burn, investigador de genética clínica en la Universidad de Newcastle, afirmó que se trataba de 'un importante avance para la gente que padecía el síndrome', pero 'también para todos los demás'.
'Muchos personas tienen problemas con su peso y estos descubrimientos sugieren que el riesgo extra de padecer cáncer puede ser neutralizado', apuntó el científico.
Por su parte, el científico John Mathers, experto en nutrición humana en la misma universidad, sostuvo que la lección para todos era que debíamos 'mantener un peso equilibrado' y para aquellos con obesidad 'la mejor opción era perder peso'.
'Sin embargo para muchos pacientes la pérdida de peso puede ser muy difícil, así que una simple aspirina podría ayudar a este grupo', defendió el investigador.
El ensayo clínico fue supervisado por la fundación de hospitales de Newcastle, dependiente del Servicio Nacional de Salud británico, y financiado por el Consejo de Investigaciones Médicas del Reino Unido, el centro de investigación Cancer Research UK, la Unión Europea y la farmacéutica Bayern Pharma.