Aumentan las enfermedades de tiroides en la Isla
La incidencia de cáncer de tiroides ha aumentado significativamente en los últimos años, incluyendo en la población de Puerto Rico. Este tipo de cáncer es manejado inicialmente por un cirujano, y subsiguientemente, por un especialista en medicina nuclear en equipo con un endocrinólogo.
La extirpación (tiroidectomía) total o casi total es el tratamiento más frecuente del cáncer de tiroides no diseminado. Las principales complicaciones de la cirugía de tiroides son el hipotiroidismo, la parálisis de cuerdas vocales; y la extirpación accidental de las glándulas paratiroides la cual resulta en hipocalcemia.
Se ha demostrado que le terapia con yodo radiactivo, después de la tiroidectomía, mejora la tasa de supervivencia de los pacientes con cáncer tiroideo, particularmente los que se han propagado fuera de la tiroide. El propósito de utilizar yodo radioactivo es destruir carcinoma microscópico oculto dentro del lecho tiroideo, y para el tratamiento de metástasis. También es utilizado para destruir los tejidos residuales tiroideos después de la cirugía. Esto es necesario para poder monitorear al paciente en cuanto a recurrencias ya sea con sonograma, rastreos corporales con Yodo-131 o mediante niveles de la proteína tiroglobulina en sangre.
Tras la cirugía de tiroides y ablación con yodo radiactivo, suele ser necesario la reposición de las hormonas tiroideas con la hormona sintética levotiroxina (Synthroid o Levoxyl).
Los pacientes que reciben tratamiento contra el cáncer de tiroides deben recibir también seguimiento cuidadoso y rutinario mediante exámenes físicos, análisis del nivel de tiroglobulina, ultrasonido del cuello, y en ocasiones con rastreos de cuerpo completo con Yodo-131.
Aproximadamente entre el 10 y 30 por ciento de los pacientes que se piensa que están libres de la enfermedad después del tratamiento inicial padecen recurrencia y/o metástasis.
Por décadas, el requisito mínimo para aumentar la utilidad de los rastreos de cuerpo completo con Yodo-131 incluye un colimador tipo 'pinhole'.
Sin embargo, la tecnología de medicina nuclear ha evolucionado más allá de los colimadores 'pinhole' con el desarrollo de equipo híbrido que combina una cámara de medicina nuclear con un CT scanner, conocido como SPECT-CT. La técnica de SPECT-CT es utilizada rutinariamente en los centros de mayor renombre en el mundo en lugar de SPECT y al presente no tiene costo adicional para el paciente.
Durante los últimos años, publicaciones en la literatura médica avalan la realización rutinaria de todo estudio de cuerpo completo de I-131 en pacientes como base y como seguimiento de cáncer de tiroides en un SPECT-CT scanner, aplicando esta técnica en el cuello y, potencialmente, en áreas de sospecha de enfermedad metastática.
Este estudio reduce resultados falsos negativos o positivos. Cuando se realiza este estudio en un SPECT-CT scanner, es posible que el paciente puede prescindir de estudios de imágenes adicionales reduciendo costos tanto al plan médico como al paciente, puede redirigir y agilizar tratamiento adicional de dosis mayores de yodo radioactivo, evitar cirugías innecesarias y realizar cirugías indicadas que no se hubieran realizado sin los resultados.