Aprueban en EE.UU. primera prueba comercializable para detectar zika
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en ingles) aprobó este jueves la primera prueba comercializable para diagnosticar el virus del Zika, informaron hoy, viernes, medios estadounidenses.
La farmacéutica Quest Diagnostics aseguró haber recibido la autorización de emergencia de la FDA para vender la primera prueba de diagnóstico desarrollado comercialmente para el virus transmitido por el mosquito 'Aedes aegypti'.
Hasta ahora solamente se podía diagnosticar el virus a través de exámenes de laboratorio de muestras tomadas a los posibles infectados encargadas por los departamentos de salud estatales o locales tras consultas médicas.
Se espera que Quest Diagnostics ya ponga a disposición directa de los médicos las pruebas de detección para sus pacientes la próxima semana, al menos en Puerto Rico, una de las zonas más afectadas por el virus.
Las organizaciones internacionales de salud ya han confirmado que la infección por Zika durante el embarazo puede causar microcefalia fetal, caracterizada por provocar un tamaño del cerebro y de la cabeza anormalmente pequeños, así como otros defectos de nacimiento.
Los síntomas del zika incluyen fiebre, erupción cutánea, dolor en las articulaciones y enrojecimiento ocular.
Si bien el virus del Zika se transmite principalmente a través de la picadura del mosquito 'Aedes aegypti' infectado, la exposición a los fluidos corporales, como orina, sangre, semen, líquido amniótico y saliva de una persona infectada puede conllevar al contagio, según han advertido las autoridades sanitarias estadounidenses.
Hasta ahora no se han registrado casos en los que se demuestre el contagio de un paciente con zika a otro sin el virus o al personal médico sin que haya transmisión de fluidos, aunque los Centros de Control y Prevención de Enfermedades del país (CDC, en inglés) recomiendan extremar las medidas de protección para minimizar la exposición y evitar la propagación.
La Casa Blanca ha insistido al Congreso a que apruebe fondos de emergencia para atajar las posibles consecuencias de la propagación de la enfermedad con la llegada del verano, cuando especialmente las zonas cálidas del país como Florida pueden sufrir un aumento de los casos registrados.