Atención a los niños autistas durante la cuarentena
El autismo es una condición del neurodesarrollo en la cual se afecta el proceso de socialización, comunicación y conductas
La crisis que ha surgido a raíz del COVID-19 nos ha obligado a realizar cambios inesperados a nuestra realidad y a nuestra rutina diaria. Estos cambios nos pueden resultar incómodos, sin embargo, para la población de autismo esta transición resulta extenuante.
Por definición, el autismo es una condición del neurodesarrollo en la cual se afecta el proceso de socialización, comunicación y conductas. Una de las manifestaciones del autismo es el impacto en el procesamiento sensorial; cómo interpretamos el mundo a través de nuestros sentidos.
“Para nuestros menores y adultos con autismo, los cambios representan un asalto a su estabilidad, lo cual aumenta sus niveles de ansiedad y puede desencadenar en una crisis o “meltdown”, expresó la psicóloga clínica, Dra. Del Valle.
A raíz de la llegada de la pandemia a la isla, muchas familias han tenido que ajustar sus tareas rutinarias en el hogar y sumarle a éstas trabajo remoto y tareas escolares de sus hijos.
Ante estos cambios, se requiere empatía, paciencia y flexibilidad. Sobre todo, con los adultos y menores con autismo. Los cambios abruptos suelen ser un reto grande para las personas dentro del espectro.
La Dra. Del Valle, también asesora de la Alianza de Autismo de Puerto Rico, recomienda a cuidadores que establezcan una rutina diaria para crear algún sentido de estabilidad dentro del caos.
“Podemos mantener una rutina similar a la que se hacía en casa antes de la cuarentena y añadir nuevas tareas que al cabo de un tiempo serán parte de la nueva rutina familiar, hasta que todo vuelva a la normalidad. Usualmente luego de varias semanas, si mantenemos la consistencia, podemos desarrollar una nueva rutina.” aconsejó.
“Hagamos un balance entre tareas del trabajo y estudio; descanso, actividades pasivas y movimiento. Hay momentos en que es necesario que los menores se aburran. El aburrimiento es la puerta a la creatividad.” añadió del Valle.
Por su parte, la doctora también recomendó a maestros a mantener una postura flexible, sobre todo con los estudiantes de educación especial. Expresó que estas tareas pueden complicarse si en el núcleo familiar hay menores de múltiples edades, que requieran otro tipo de atención o con condiciones y diversidad funcional.
Aunque la doctora entiende que la tecnología ha sido una herramienta crucial durante esta cuarenta, exhorta a las familias puertorriqueñas a que trabajen con las destrezas motoras de los niños y a estimular su creatividad. Compartió varias recomendaciones de juegos y actividades para realizar con los niños en diferentes núcleos familiares y hogares, entre estos:
- “Juegos como “Veo-veo”, no solo entretienen, sino que ayudan a los menores con autismo a mejorar vocabulario, atención y memoria.”
- “Juegos como el “Esconder” o “1-2-3 pescao” son juegos que ayudan a trabajar con los impulsos y el control corporal, que son destrezas importantes para el proceso de aprendizaje.”
- “El juego STOP, en el cual los participantes tienen que usar su vocabulario para crear las diferentes respuestas.”
- “Para los que viven en apartamentos: podemos hacer una búsqueda del tesoro, castillos con sábanas, crear un laberinto con sábanas, usar cajas sensoriales, combinar el uso de actividades de arte.”
- “Si tenemos más de un menor podemos hacer competencias en canto, baile, cocinar postres, búsqueda del tesoro.”
- “Pueden hacer marionetas con medias viejas y hacer un show de marionetas.”
También exhortó a los padres de familia a que inviten a sus hijos a participar de tareas en el hogar. “Este es el momento de enseñar destrezas de vida independiente y ser flexibles. Por ejemplo, un menor puede ayudar a clasificar la ropa entre blanca y negra (se puede hacer tipo juego). Dependiendo de su edad pueden ayudar a cocinar, cambiar el aceite del carro, sembrar”.
Como cuidador, mantener la calma ante esta crisis es crucial para la salud mental y emocional de ambas partes. “Lo más retante es balancear todos los sombreros dentro del mismo tiempo y espacio físico. He tenido que crear un balance entre tareas del hogar, madre y trabajo. Poner un alto y delinear cuando me toca hacer una y cuando es hora de parar para hacer la otra. Cuando estamos en casa no es tan claro como cuando estamos en la oficina o escuela.”, comentó la también madre de un joven con autismo.
La Dra. Del Valle ha moldeado su trabajo ante esta crisis a través de la telemedicina. Durante esta cuarentena ha incrementado sus casos probono y ha reducido sus costos con el propósito de ayudar a sobrepasar esta situación a más padres de niños y jóvenes que padezcan de autismo.
Exhortó a cualquier persona que necesite ayuda adicional durante el transcurso de la cuarentena a contactar su página, alternativasparaelautismo.com.
De igual forma invito a usuarios de Facebook a unirse a su grupo en Facebook “Alternativas Para El Autismo Charlas Educativas Gratis”, en el que diariamente sube retos para realizar con los niños.