Después de María consumen más saludable
La aceleración del envejecimiento poblacional junto a la migración y la terminación de los fondos adicionales del Programa de Asistencia Nutricional (PAN) asignados por la emergencia tras el huracán María mantienen a los comerciantes y distribuidores en Puerto Rico alertas ante el eventual decrecimiento demográfico y en las ventas.
Un estudio de la firma Nielsen PR para la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), apunta que ese envejecimiento aumenta la demanda por productos dirigidos a una mejor alimentación para atender condiciones de salud, como productos bajo en grasa, azúcar, etc. De igual modo, la industria deberá tomar más acción en el servicio al cliente para facilitar la experiencia de compras de esta demografía.
'Nos encaminamos a una población con menos dinero y menos gente. Ya lo estamos viendo en 2019. Para el 2024 y 2025 se espera seamos menos de tres millones de habitantes, más consolidaciones, ciertamente menos bocas, más contribuciones, si no se dan los dineros adicionales del PAN habrá menos dinero con una población envejeciente', anticipó el presidente de la cadena puertorriqueña de supermercados Econo, Eduardo Marxuach, durante su presentación en el seminario '¡Cómo está la canasta!' convocado por la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA).
Según Nielsen PR, la inyección de $1,200 millones en fondos federales del PAN tras la emergencia de María provocó un aumento en las ventas más allá de las provisiones regulares, e incrementó sustancialmente la cantidad de la compra y la frecuencia en la que los participantes del programa federal acudían a establecimientos para sus adquisiciones.
'Vimos categorías que se 'premiumnizaron': marcas premium que crecieron dentro de categorías. Hay mayor cantidad de volumen por transacción, vemos más onzas, más libras, más kilos por cada transacción. Compre más cantidad por ocasión o por viaje de compra y compre más veces', señaló la directora de Negocios de Nielsen PR, Tatiana Irizarry.
Tanto Marxuach como Irizarry plantearon que el dinero adicional otorgado a cada participante del PAN, que representa el 40% de la población, tuvo un impacto significativo en las ventas de todos los sectores ya que les permitió tener un dinero en efectivo adicional luego de tener cubierta su necesidad principal, para ir a restaurantes o comprar aquello que de ordinario no podían.
'La premisa es que si yo tengo más de mi necesidad de alimentos cubierta porque tengo más dinero en esa tarjeta par utilizar yo puedo gastar en otras cosas', apuntó Irizarry.
Además, se van personas más jóvenes ya que el promedio de la persona que sale o migra de Puerto Rico tiene 29 de años de edad, mientras que la edad del ciudadano promedio en Puerto Rico está entre 42 o 43 años. Aunque esa tendencia se veía venir, los factores de migración aceleraron por mucho el envejecimiento poblacional que tiene implicaciones determinantes en la economía, como la inyección de fondos, las inversiones y los patrones de consumo.
'Opciones de entrega en casa, plataformas que utilizamos aplicaciones móviles en la casa donde podemos llegar a una población que este ajetreada que no salga necesariamente de compras, envejecientes con alguna discapacidad que pasan a buscar la compra y no necesariamente se tienen que bajar al establecimiento', indicó Irizarry.
Luego del huracán se redujeron las ventas pero los precios aumentaron debido a la escasez de productos o marcas baratas y la eliminación de las ofertas o especiales. Antes de María, el consumidor compraba más y a menor precio, alcanzando ventas record en el periodo cercano al huracán Irma que se detuvo tras la emergencia de María con un marcado cierre de comercios que redujo 24% los llamados puntos de venta.
El análisis de Nielsen abarcó el periodo previo al huracán María y el contexto macroeconómico.