El día en que 'El Radar' se convirtió en el campeón más joven de la historia
BOGOTÁ - El número 17, el mismo de un día como hoy, es un símbolo del boxeo. Es el que indica un récord vigente desde hace 44 años, uno que corresponde al puertorriqueño Wilfredo Benítez: ser el campeón mundial más joven en la historia de este deporte.
El 6 de marzo de 1976, aún con cuerpo y cara de adolescente, Benítez ganó la corona del peso welter junior de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) al vencer por decisión dividida al colombiano Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’, quien traía una foja de 81 peleas profesionales, entre ellas 10 defensas exitosas de su título.
El combate se llevó a cabo en el famoso coliseo ‘Hiram Bithorn’, de San Juan, donde Benítez era local y por entonces ya un ídolo por su carisma y su estilo en el cuadrilátero, pues poseía una técnica depurada, una cintura ágil para esquivar los golpes, piernas rápidas y puños de hierro.
De hecho, ya en aquel momento lo llamaban 'el radar', un apodo que se originó por su forma de boxear, dado que nunca se sabía por dónde iba a atacar a su oponente de turno.
Benítez era entrenado por su padre, Gregory, quien lo inició en el boxeo a los 7 años. El día en que se proclamó campeón mundial subió al tinglado vestido con pantaloneta de colores blanco y celeste alrededor de la cintura. Sus botines, negros con vivos blancos, mostraron el andar firme y acompasado del púgil boricua.
Pambelé se presentó de pantaloneta negra con rayas blancas en la cintura y los bordes, y lució botines blancos con rayas rojas en la parte superior. Su cuerpo de 163 libras de peso se veía sin un solo gramo de grasa, dispuesto a un nuevo triunfo para completar 11 defensas del título que le había quitado el 28 de octubre de 1972 al panameño Alfonso 'Peppermint' Frazer.
Desde la campanada de inicio, el combate fue toda una sorpresa porque Benítez se mostró atrevido, exhibió constantes movimientos de cintura y de manos que confundieron al campeón, y además pegó los mejores golpes, lo que hizo estallar en gritos a la concurrencia.
El adolescente irrespetaba al monarca, 14 años mayor, que solamente hasta el noveno asalto del combate pactado a 15 pudo comenzar a tirar sus mejores golpes y a buscar el de gracia, el que lo sacara del embrollo y enviara a Benítez a besar la lona.
Pero no ocurrió así. Pese a que con su mano derecha inflamó notoriamente el ojo izquierdo del boricua, Pambelé se vio incómodo, sin encontrar la distancia precisa y apenas por algunos asaltos mandando en el cuadrilátero. El jovencito se estaba saliendo con la suya y el público deliraba cada vez que conectaba un golpe pleno en el rostro del colombiano.
En las tarjetas, el árbitro Isaac Herrera dio una puntuación de 148-144 y el juez puertorriqueño Roberto Ramírez, una de 147-142, ambas a favor de Benítez. El juez venezolano Jesús Celis dio 147-145 para Pambelé. A los 17 años, el boricua era el nuevo monarca welter junior de la AMB.
“El día que perdí con Benítez cometí el error de comer pierna de jamón y lebranche media hora antes de la pelea, por lo que me sentí pesado y sin buen ritmo”, confesó Pambelé en una entrevista posterior, dada al desaparecido diario ‘La Prensa’ de Bogotá.
“Fui atrevido y seguí la estrategia que me indicó mi padre; creo que eso me ayudó a ganar”, afirmó Benítez a los medios, ya con el fajín de campeón mundial.
Pambelé y su séquito pidieron la revancha inmediata. Benítez y el suyo no se la dieron, por lo que la AMB dejó vacante la corona, que recuperó después el colombiano y ciñó hasta 1981.
Benítez adujo que no podía mantener el peso y en consecuencia subió al welter, en el que también fue campeón del mundo y protagonizó combates memorables frente a Roberto ‘Manos de Piedra’ Durán, a quien venció, y Sugar Ray Leonard, que lo noqueó en el decimoquinto asalto.
Tanto a Benítez como a Pambelé la vida los ha tratado a los golpes después del retiro. El boricua sufre de encefalopatía traumática crónica, una enfermedad asociada a los boxeadores. También despilfarró su fortuna. Vive en Chicago (Estados Unidos) y se mueve en silla de ruedas, pues ya no puede caminar ni hablar.
El colombiano abandonó hasta hace poco las drogas y el alcohol, que lo tuvieron varias veces internado en centros de recuperación y por mucho más tiempo del que duró su reinado de 9 años.
Ambos hacen parte del ‘Hall de la Fama’ del boxeo y quedarán en la historia. Benítez, por ser el campeón mundial más joven. Cuando le ganó a Pambelé tenía 17 años, 5 meses y 23 días.