Monte Hatillo llora a otro boxeador: 'Me mataron al ‘Gallito'!' (galería)
Tome un minuto para olvidar a boxeadores puertorriqueños buscando títulos mundiales y enfoque su atención en boxeadores puertorriqueños tratando simplemente de sobrevivir.
Este es otro domingo de lágrimas, de preguntas sin respuesta, de incertidumbre en una comunidad que por más que suene injusto, ya anda acostumbrada. La voz entrecortada del entrenador José ‘Canito' Marrero lo dice todo… es otro domingo dolorosocuando nuevamente pone el logo de Monte Hatillo Boxing en el féretro de un chamaco que no llega a los 25 años de edad.
'Qué tú quieres que te diga, chico!? Me mataron otro nene! Me mataron al ‘Gallito'!', exclamó a través del teléfono Marrero, con la confianza de quien ya le ha hecho este cuento antes a la misma persona.
'Esto no es fácil…', prosigue entre sollozos. 'Yo estoy a punto de ‘quitarme'. Yo no sé qué más hacer', acotó.
En la Funeraria Campo Rico, cerca del residencial Monte Hatillo se llora otro joven boxeador. En esta ocasión el asesinado fue el prospecto de 21 años de edad, Jefferson 'El Gallito' Vega, baleado el pasado jueves en la tarde en Fajardo. En el féretro está Jefferson, pero ya van 10 boxeadores del gimnasio que durante los pasados años han sido víctimas de tiroteos o accidentes, muriendo nueve de ellos y quedando uno parapléjico.
Está el otrora prospectazo Leslie Machado, asesinado el 5 de enero de 2007. Está también Ángel ‘Pito' Cruz, excompañero sentimental de
la medallista panamericana Kiria Tapia, quien precisamente manifestó esta pasada semana en su cuenta de Facebook su dolor ante la muerte reciente de Vega Nieves. Están también Wilson Silva, Georgie Méndez, BJ Vázquez y Chris Tirado, a quien ultimaron a balazos saliendo de un Burger King en la Avenida 65 de Infantería. Está José ‘Bo' Dávila, quien murió en un accidente de automóvil dos años atrás, y Yukensy Andino, quien recibió siete balazos hace unos años frente a su casa en Monte Hatillo y quedó parapléjico.De hecho, el gimnasio Monte Hatillo Boxingcelebrará su tradicional cartelera navideña el domingo 6 de diciembre, donde se honrará la memoria de sus boxeadores caídos. Según Marrero, ninguna de las víctimas llega a los 25 años de edad.'Acababa de llegar de Estados Unidos, donde se había ido con su esposa y sus dos nenes. El jueves mismo habíamos hablado porque ya estábamos buscando para firmarlo. Él se había ido, pero se mantenía ‘ready' y quería volver a entrenar con nosotros, cosa de ver si firmaba profesional en enero. Este martes cumplía 22 años de edad. Él había empezado en las 106 libras, pero ya estaba por 118 y habíamos hablado de ver si podía entrar profesional en la división de 118 a 122 libras', explicó Marrero sobre 'El Gallito'.'Era una fiera, era un boxeador bien guapo, yo sé que iba a dar candela de profesional. Su última pelea fue aquí en Monte Hatillo, contra uno de sus amigos, Kidany Reyes, otro muchacho de aquí. Se dieron con todo. Le decíamos ‘El Gallito' porque, de verdad, de verdad, que era un gallito 'castao'. El lunes se supone que lo viéramos y mira lo que pasó. Por qué pasa esto? Yo no sé ni que más pensar, chico', señaló.Marrero aludió a que las gangas en sectores como Monte Hatillo, 'hacen tregua y vuelven a la guerra, pero cuando hacen sus treguas, entre ellos hay respeto'.'Lo que pasa es que hay treguas, pero en general, y esto yo lo digo viéndole a nivel de todo Puerto Rico, esa palabra de la calle se ha perdido. No hay respeto por la vida humana. Entonces, qué pasa?, que acá cerca están cuidados, pero los muchachos salen y, ya sea por alguna venganza o cualquier otra cosa, los pillan, los matan. El jueves yo hablé con Jefferson y solamente sabía que andaba con su primo y el viernes me entero de esto', abundó el entrenador.'Es algo que uno no se imagina que va a pasar. Y qué uno puede hacer? Pues no sé, llorar. Uno da todo lo que uno tiene por estos muchachos y el destino se los roba a uno de esta forma tan fuerte. A mí se me pueden ir boxeadores para otros gimnasios y eso duele, pero, hermano, estar aquí viendo a su familia y la comunidad sufriendo, y que a uno también le duele como si fuera un hijo…eso…eso es insoportable', añadió.Para entender lo que dice Marrero sobre lo que sucede cuando los habitantes de sectores en guerras de narcotráfico como Monte Hatillo salen de sus zonas de 'confort' basta con ver el reporte de prensa de la Policía.
'En horas de la tarde del 21 de noviembre se reportó un asesinato y un herido de bala en la carretera 987l sector Sardinera en Fajardo', comienza el fatídico reporte policial.
'A través del sistema 911 se recibió una llamada sobre una persona herida de bala, al llegar a la escena agentes del precinto de Fajardo encontraron el cuerpo de Jefferson Vega Nieves de 21 años, vecino de las parcelas Hill Brothers en San Juan. Este presentaba múltiples heridas de bala, además relacionado a estos hechos resultó herido de bala en una mano Erick Vera Rodríguez quien fue transportado al hospital Hima San Pablo en Fajardo. La agente Ruth Velásquez investiga', señala el mismo, aludiendo al primo de Jefferson.
Sabrá Dios cómo finalizará la investigación y si se resolverá, mas conociendo cuántos casos similares ahora mismo andan en el limbo policiaco. Lo que sí se sabe es que otro joven que el deporte pudo haber salvado será sepultado. Marrerodio su último intento de hacer un llamado a las autoridades pertinentes para evitar otro de estos penumbrosos domingos en el caserío.
'Esta juventud necesita más atención en cuestión de conseguir trabajo, de conseguir educación. Tú ves que los políticos vienen en años de elecciones y no vuelven. Dónde está el gobierno, dónde está Recreación y Deportes con sus programas y sus ofertas de empleo, dónde está Vivienda?', cuestionó Marrero.
'Esto es cuestión de inventar cosas más positivas, porque doy fe que estos nenes están puestos para cosas positivas. Hay que bregar con esos jóvenes, y cuando son atletas que representan a su comunidad, a su pueblo, hace falta algún tipo de atención especial. Yo no sé cuánto más pueda aguantar otro domingo de estos', finalizó Marrero, dejando escapar un último sollozo por aquel ‘Gallito' que quiso como un hijo.
*Originalmente publicada a las 6:45 p.m.