Carta de una madre profesional al Gobernador: 'Su discurso me duele'
12 de febrero de 2015
Sr. Gobernador,
Su discurso me duele. Su estrategia de gobierno me duele. Su reforma contributiva me duele.
Comprendo que Puerto Rico está en una situación económica muy delicada, posiblemente la más crítica en su historia, pero usted se empeña en frenar a los que progresan y premiar el conformismo y la mediocridad. Usted dice beneficiar a los 'trabajadores honestos', pero aparentemente para usted yo no lo soy.
El Senador Angel Rosa dijo que 'a quien le debe preocupar lo que está proponiendo es al evasor y a los gansos que han estado por mucho tiempo haciendo trampa y evadiendo su responsabilidad.' El Representante Vega Ramos dijo algo muy parecido. Me preocupa lo que se está proponiendo, y por conclusión, su administración piensa que soy de esas gansas o peor aún evasora. Me duele.
Pues déjeme decirle quien yo soy para que no tenga la más mínima duda, Sr. Gobernador. Soy una mujer inteligente, segura de mi misma, estudiosa, sumamente trabajadora, intachable en mis valores, y clara en mis metas. Soy todo eso y mucho más, pero una gansa no soy. Soy creativa, soñadora, visionaria. Soy madre, soy esposa, soy hija. Soy empresaria. Soy puertorriqueña.
Pero en mi país nada de eso se premia, se castiga. Con su reforma me está dando por todos los lados que me duelen como individuo y como empresaria. Como yo, somos muchos. Somos muchos que hace unos días nos cuestionamos que hacemos en esta isla que amamos, pero que nos duele tanto porque nos penaliza el progreso.
Se ha puesto a pensar como va a afectar al pequeño y mediano comerciante que lucha día a día para mantener y crecer su negocio? Está afectando a esos comerciantes que generan empleo, que hacen de su comunidad una más diversa y vibrante para que la gente quiera vivir en ella. Me duele porque su medida puede destruir mi negocio y el de muchos comerciantes honestos y trabajadores como yo. Va a afectar al comerciante por varios lados, todos claves para mantener un negocio a flote. Va a afectar el flujo de efectivo de mi negocio. Va a afectar mis precios. Va a afectar mi compra promedio. Va a afectar mis ventas, el consumidor se va a aguantar en su consumo, porque usted mismo lo ha dicho: 'el consumidor decide cuanto va a pagar'. Sr. Gobernador, pare de decir eso. A mi y a mis clientes no nos está dando a decidir nada. Usted es el que está decidiendo por nosotros. No lo haga ver como si la decisión estuviese en el consumidor.
Además, con su impuesto sobre el consumo pone a algunos pequeños comerciantes en competencia desleal con empresas extranjeras que pueden hacer envíos directo a la isla. Cómo usted va a capturar esas compras? Creo que no tiene forma de hacerlo, pues se le sale de las manos. Sin embargo, nos afecta a los pequeños comerciantes locales pues el consumidor puede evadir el IVA con compras online y nosotros dejamos de hacer esas ventas. El consumidor decide según usted dijo, pues mi predicción es que va a decidir comprar donde el dinero le rinda más aunque sea fuera del país.
Insisto Sr. Gobernador, medite un rato por qué insiste en premiar al que se conforma y no al que progresa? Por qué usted entiende que la carga la debe llevar siempre el que más tiene? Acaso usted sabe como tengo lo que tengo? Le cuento. Estudié como no tiene idea. Tengo Bachillerato y Maestría de una de las mejores universidades del mundo. En todos mis trabajos he sido exitosa y he ganado bien independientemente de la empresa en la que he laborado porque trabajo incansablemente para lograr lo que tengo. Así lo hizo mi padre también. Así lo hace mi esposo también. Los recursos que tenemos es por que nos lo hemos ganado con mucho trabajo, como 'trabajadores honestos', aunque según su gobierno no caemos en esa definición. También me sacrifico día a día para darle lo mejor a mis hijos, incluyendo la mejor educación que pueda darle. Sí, esa educación que usted ahora también tiene la intención de ponerle impuestos. Con la educación no se juega, Sr. Gobernador. Por cierto, es esa educación que tengo que pagar de mi bolsillo, porque el Estado ofrece una educación mediocre, y ahora usted también me quiere penalizar por la mediocridad del gobierno. Inaceptable. La educación es un derecho humano fundamental.
Mientras tanto el vago y el mantenido siguen sin producir, siguen sin aportar. Usted con sus actitudes nos pinta a nosotros los profesionales exitosos como los malos de la película. Me duele. La carga de un país en quiebra no la debe llevar sólo el que es exitoso, si no todos. Exhorte a todos a ser ciudadanos productivos y a contribuir. Deje de penalizar al que es exitoso. Deje de penalizar al que quiere ganar dinero honradamente y lo gasta honradamente. En este país vale la pena tratar sólo un poquito de superarse, pero no mucho, porque te ponen un sello. El dinero no me cae del cielo, Sr. Gobernador. Para que esforzarse tanto? Será para que nos tilden de gansos. Deje de tirarnos al resto de los ciudadanos en nuestra contra. Qué paguen los ricos! Que fácil suena eso. Ser un profesional exitoso es altamente valorado en muchas sociedades, pero aquí parece que no. Siento decirle que está muy lejos de la solución para encaminar al país.
No me está dando a decidir nada. El que decide es usted. Me va a afectar mis negocios. Como matrimonio seguiremos pagando contribuciones sobre ingresos. Propone cobrar el impuesto en la educación de mis hijos, y en todo lo que yo decida comprar como consumidora con el dinero que me he ganado con el sudor de mi frente. Me duele. Me duele que esté haciéndome más difícil cada vez de que yo pueda seguir viviendo aquí en el país que me vio nacer, donde está mi familia y mi corazón. Aprenda a valorar y respetar al profesional puertorriqueño o pronto se va a quedar sin ellos. Llevo casi 15 años pagando impuestos, muchos impuestos, sin recibir nada a cambio. Todo lo que necesito lo pago con mi dinero. El gobierno no me ha dado nada. Ni educación, ni servicios de salud, ni siquiera la tranquilidad de sentirme segura en mi propia casa. Como yo somos miles de profesionales que nos duele y cada vez nuestro boleto de avión de ida está más cerca. El que decide es usted, Sr. Gobernador.
Atentamente,
Glorimar Ripoll Balet