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... y sus gustos por comer lo que no deben

Nuestras mascotas, sobre todo cuando son jóvenes, nos divierten con sus ocurrencias e inventos, pero algunas veces esta curiosidad los lleva a comerse lo que no deben y terminan en la clínica veterinaria con una obstrucción gastrointestinal.

Sobretodo cuando son jóvenes, tienen una incansable curiosidad que los lleva a explorar y relacionarse con ese nuevo mundo que se llama hogar. En este período rompen zafacones, asaltan la nevera, invaden la cocina, comen arena o tierra del patio y por supuesto, no podemos dejar nada comestible o no a su alcance que con seguridad terminará en su estómago. También hay razas de perro que quizás son más inmaduras que otras, inclusive al entrar en años. Y tienden a romper cosas y comérselas aún siendo adultos. En los gatos, lo hilos, estambres y similares son extremadamente atractivos, y les genera lo que se llaman cuerpos extraños lineales, que pueden arrugar su intestino como un acordeón hasta generar lesiones graves que pueden llevarlos incluso a una peritonitis (severa infección en la cavidad abdominal).

Un animal con una obstrucción gastrointestinal, empieza a presentar vómitos frecuentes o no, inapetencia, algunas veces dolor abdominal. Pueden presentar diarreas o no, y también puede suceder que el dueño se percate que no está defecando regularmente. Los signos clínicos son variables, y por lo general requieren de un dueño atento que se percate que su mascota esta extraña.

Al llegar a la consulta con su médico veterinario licenciado, se descarta que estos signos gastrointestinales no estén relacionados a infecciones parasitarias y/o virales. Luego por lo general, a través de palpación y/o radiografías, se identifica algún objeto o material extraño que se encuentre en el abdomen.

La utilización de otros recursos, como las radiografías de contraste, algunos casos ultrasonido. Ayuda a identificar si hay algún punto en el tracto gastrointestinal que se obstruya y no permita el paso de le ingesta, pudiendo dar una clara idea del lugar donde se encuentra la obstrucción.

Se ayuda al paciente con medicamentos para los vómitos, antiácidos, protectores de mucosa. Y por lo general, se intenta a través de medios no invasivos como por ejemplo, comidas blandas y voluminosas altas en fibras, de empujar el cuerpo extraño, (si es que es de un tamaño razonable que pueda transitar por los intestinos), tratando de hacer que él lo expulse. Algunas veces se utilizan materiales como algodón, para tratar de atrapar agujas o grapas, procurando que salgan del animal incluidos en este material, evitando así que perforen los órganos gastrointestinales.

Sin embargo, esta situación puede empeorar en horas, por lo que hay que estar bien atentos, ante la posibilidad de tener que realizar una cirugía exploratoria de emergencia, para retirar el cuerpo extraño y liberar la obstrucción. Algunas veces, puede dañar partes del intestino al presionar las paredes del mismo afectando la circulación sanguínea, y es necesario cortar estas partes afectadas de intestino, retirarlas y volverlo a unir.

Posteriormente, requieren un cuidado post-operatorio bastante delicado, y de un dueño comprometido que esté atento de eliminar los riesgos en el hogar, para impedir que vuelva al veterinario con el mismo problema. Y créanme!..., estas mascotas con estos hábitos por lo general no aprenden la lección, y si pueden…, siguen comiendo lo que no deben y muchas a veces hay que intervenirlos quirúrgicamente varias veces por el mismo problema.

*Espere la sección del Dr. Sosa los martes alternos al mediodía en Las Noticias Univisión. Puede contactar al Dr. Sosa a través de hospitalparamascotas.com; Hospital Para Mascotas en Facebook; hparamascotas@gmail.com; o el 787-292-0455.