Mi mascota está amarilla, qué hago?
La piel y las mucosas (ojos, encías, vulva, etc.) de nuestros perros o gatos, pueden sufrir una retención de pigmentos que tienen que ver con el no apropiado funcionamiento de algunos procesos del organismo, y que tienen que ver con su hígado. Esta condición donde la piel y las mucosas toman una coloración amarillenta, se llama: Ictericia.
Esta condición puede estar relacionada a diferentes causas, donde las más comunes en nuestras mascotas pueden ser: Anemias Hemolíticas de Origen Inmune, parásitos e infecciones en la sangre, enfermedades del hígado, falta de apetito (gatos), pancreatitis y por último, pero quizás la más importante: Leptospirosis.
Todas estas causas, son enfermedades complejas que requieren de un asertivo diagnóstico veterinario. Y donde sin dudar usted, como dueño de la mascota debe dirigirse de inmediato al mismo, porque todas ellas sin atención adecuada, pueden ser fatales.
El pronóstico de las mismas puede ser variable, y depende del estado de desarrollo en que se encuentre la condición que afecte a su mascota. Mientras estos problemas sean detectados más temprano, mejor será el pronóstico y mayores oportunidades tendrá su mascota de recuperarse.
Sin embargo, la mayor preocupación para los veterinarios cuando llegan las mascotas con Ictericia a consulta, sobre todo los perros. Es una infección de la cual fácilmente se contagian, si no están vacunados y si están expuestos a que su alimento y/o agua sea contaminado con orina de ratón y ellos la ingieran, esta enfermedad es la: Leptospirosis.
La leptospirosis es causada por una bacteria muy resistente, que puede afectar a todos los animales domésticos, aves, reptiles e incluso su mayor problema, es que se puede contagiar a los seres humanos.
Por la manera como se desarrolla, puede hacer que nuestras mascotas se vean de color amarillo, al dañar gravemente el hígado y los riñones. Siendo por lo general mortal en ellas, al menos aquí en Puerto Rico.
Animales que sufren de leptospirosis exponen a sus dueños a un grave riesgo, que incluso puede ser fatal. Personas que poseen mascotas que han sido diagnosticadas de Leptospirosis, deben ser atendidos de inmediato por un médico, y descartar la posibilidad de contagio.
La mejor manera de prevenir el riesgo de laLeptospirosis, es acudir al veterinario anualmente para vacunar a la mascota. Así como, tomar medidas para impedir que el agua y alimento de ellos, sea contaminado por orina del ratón.
Algunas medidas que podemos implementar para prevenir el riesgo de esta enfermedad, es asegurar los alrededores de la vivienda para que esté libre de roedores. Manteniendo las áreas limpias, sin basura y podando regularmente la vegetación.
En algunos casos, es necesario buscar ayuda profesional para el control de roedores. Tomando siempre precauciones para que nuestros animales no se intoxiquen con los productos que se utilizan para el control de los mismos.
Vacunar nuestras mascotas anualmente, disminuye el riesgo de contraer esta y una gran variedad de enfermedades, que afectan la salud de nuestros cuadrúpedos amigos. Y en algunos casos pueden ser fatales tanto para ellos, como muy graves y/o fatales para sus propietarios.
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