Ay, ya! El más sexy!
La semana de San Valentín de este año, estrené mi vídeo musical más reciente para el tema romántico/charlatán 'Majarete'. El domingo 12 de febrero lo presenté por primera vez en Pal Cielo, en Santurce, donde pude presenciar, de cerca y con una sonrisa de oreja a oreja, las caras alborozadas de los presentes al verlo.
Fue en general la reacción que aguardaba: rostros y risas que delataron, creo, la diversión y sorpresa que les causara—aparte de la alta calidad que alcanzó el equipo que me hizo el vídeo—la visión de este rapero hispano vendiéndoles la ilusión de la intimidad de pareja, con todo y coqueteo comiquito en ropa interior.
Esta diversión y sorpresa de la audiencia, desde los momentos de imaginármelas durante la preproducción del vídeo (incluso diría desde que escribí la canción, fantaseando ya con el vídeo) me causan curiosidad, ya que me ponen en tela de juicio las expectativas que intuyo pudiera tener el público de algunos de los roles que desempeño: el DJ que, aunque en realidad lleva rapeando mucho más tiempo que detrás de los tornamesas, 'ahora le ha dado por cantar'; y más aún, para los que conocen un poco más de mi trayectoria, uno de los MC's latinos que cultiva el sagradísimo y callejero hip hop; género que se espera describa, con ojo crítico, sin tapujos y con su buena dosis de testosterona, la realidad urbana—preferiblemente, tal vez, desde abajo.
Desde el principio sabía que con 'Majarete' me arriesgaba a convertirme en un blanco de la burla, en particular de parte de mis colegas en el rap. Y en efecto, en el estreno en Pal Cielo, dos queridos amigos y compañeros MC's me la montaron un poco: uno me dijo que estaba hecho todo un cruce entre LL CoolJy Common(ambos medio símbolos sexuales romanticones dentro del rap estadounidense), y otro, luego de ver el vídeo proyectado, me saludó con: 'Qué me dice el negro chulo del momento?'.
Por supuesto que se entiende el contexto amistoso y chocarrero de estos comentarios, acompañados por otros más serios de elogio por el buen trabajo de dirección y edición del vídeo, y sugerencias constructivas para vídeos futuros. Pero el chiste estriba precisamente en las expectativas de las que hablo: no se supone que asuma el rol de seductor un ‘hip hopper', y mucho menos uno como yo, con mi origen y trasfondo; eso es para los bachateros, baladistas o reguetoneros.
(Debo decir que este tipo de reacción ha venido más que nada de colegas raperos, o fanáticos puristas del rap; la mayoría de la gente ha comunicado sobre todo la buena impresión que le ha dejado el vídeo, y si llegaran a sugerir un poquito de esta mofa, ha sido como, 'oye y ese vídeo Velcro? Está… sexy'. Guiñadita, obligatoria risita socarrona.)
Por estas razones y algunas más, al querer crear el tema 'Majarete', sabía yo muy bien la importancia de escoger con cautela la posición desde donde hablara, para lograr que mi posible público acogiera la canción y por consiguiente el vídeo. Opté, como siempre, por aducir experiencias propias de mi vida real, y aquí en particular, no tomarme en serio para nada y disfrutarme el proceso de lleno, con la esperanza de que ello se comunique y contagie. Aparte, me era imprescindible 'meterle' en la letra, no sólo con las imágenes creadas sino más aun con el trabajo técnico de las rimas; y puedo decir que estoy bastante orgulloso en especial de la segunda estrofa, en que todas las líneas riman las cuatro sílabas de la palabra ‘majarete'. Así, mediante doble-sentidos simpaticones y 'liriqueo' innegable, esperaba ganarme a los escuchas masculinos—ítem más las féminas que se dejaran llevar por la labia de la canción. Y de las reacciones que llegaron a mí luego de que estuviera el disco Mañana en la calle un par de meses, pude constatar que el efecto se logró: muchas personas, de ambos sexos, me llegaron a decir que su canción favorita del disco era 'Majarete'.
Por ende, era imprescindible hacerle un vídeo, y había que desempeñarlo de manera que le hiciera justicia a la estética liviana y graciosamente seductora de la canción. El director, Abey Charrón, y yo estábamos muy conscientes de que el vídeo musical del Flirteo en el Dormitorio es ya hoy por hoy un tropo que se ha empleado cuarenta mil veces en todos los géneros musicales habidos y por haber, por lo que, primero, nunca tuvimos ínfulas de estar reinventando la rueda, y, segundo, entre los retos mayores figuraban precisamente alcanzar la originalidad, y no rayar en la obscenidad.
Desde el principio de la conceptualización del vídeo, sabíamos que un punto a nuestra favor en este aspecto era lo caribeño de la canción: el pegajoso ‘falsetto' que constituye el coro es una alusión y oda a la leyendadel reggae jamaiquino Dennis Brown; la base de percusión del ritmo de la canción evoca un cruce entre el ‘dancehall' jamaiquino, la bomba boricua y el hip hop neoyorquino de los 90 (Nueva York siendo, por supuesto, la ciudad más grande del Caribe); y el postre que le da nombre es netamente antillano.
El vídeo, entonces, tenía que ser 'bien caribeño': iluminación cálida, colores isleños, decoración con toques de madera, la presencia notable de nuestro verdor natural, y una obligatoria escena en la cocina donde prepararíamos, literalmente, majarete, con un enfoque en la tropical combinación de sus ingredientes: coco, maíz, leche, azúcar morena, canela, etc.
En el proceso de buscar la locación para el vídeo, vimos varias opciones, muchas de ellas en el oeste de la isla. Y en una jornada a Isabela en particular, Abey (el director), nuestro amigo y colaboradorLester Nurse y yo vimos dos opuestos: una mansión multimillonaria hermosísima, con la cocina perfecta y varios dormitorios con camas de teca indonesa envidiables; y una casita pueblerina muy acogedora, cuyo encanto para el lente radicaba, al contrario de la mansión, en su descuido: fachada despintada, losetas antiguas y opacas, patio sin podar, enseres y muebles rústicos y tal.
En el viaje de vuelta a San Juan discutimos estas posibilidades, y así entramos en una larga discusión sobre qué imagen era más adecuada, dentro de los marcos tropicales ya acordados, para vender a Velcro: la supuesta mentira de que yo llegaría a un pomposo palacete para truquear con una jeva, o lo que aparentemente conjeturamos como más creíble para mi público, que nuestra morada para esa noche fuera una humilde casa donde la grama del chulísimo patio de atrás te llega a las batatas.
Y así regreso a las expectativas. Por ser yo una cara para el hiphop—y por ser negro, y dominicano/mexicano, y venir de clase baja, y hasta ahora haberme proyectado sin pretensiones en discos y vídeos pasados—nos cuestionamos si convenía, y si era creíble, colocarme en un entorno de confort para pintar la ilusión del cachondeo en 'Majarete'. Surgió en un momento de la conversa: 'es que Velcro es un ‘everyman'', o sea, del pueblo y para el pueblo. Lo cual aparentemente puede significar de repente que el pueblo prefiere su grama medio salvaje.
Yo traje a colación que también hay algo que defender en la imagen de que un 'everyman' PUEDA disfrutarse un nivel de confort. Además, aunque escogiéramos la mansión, se podía fotografiar para que luciera menos ostentosa—y tampoco era que en el vídeo yo iba a llegar a la casa con la chica montado en un inasequible Maserati. O sea, yo también vi y le presté atención al vídeo de 'What They Do' de The Roots.
Al final elegimos más o menos un punto medio (y mucho más cercano): la linda casa de unas amistades en Ocean Park. Y gran parte de la decoración vino de los hogares de distintos miembros del equipo de producción del vídeo, ninguno cerca de ser millonario, que yo sepa.
Y el producto final, al menos para mi criterio—y creo que para los que estuvieron en Pal Cielo el 12 de febrero también, así como el creciente número de personas que lo siguen compartiendo cibernéticamente, ascendiendo los 'views' en Vimeo a casi tres mil en menos de una semana—es un vídeo sugestivo, estimulante, inclusivo y divertido, con el que cualquiera—hiphopper, cocolo, gótico, 'everyman', aristócrata, desempleado, banquero, am@ de casa, podador de patios—debe poder identificarse. A menos, quizás, que sea virgen.
Para ver el videode Majarete, pulse aquí.