Crónica: Tristeza no mata el orgullo en el barrio de Yadier Molina
A poco más de media hora para el comienzo del juego de campeonato en el Clásico Mundial de Beisbol (WBC, por sus siglas en ingles) entre Puerto Rico y los Estados Unidos, la calle Jazmín del barrio Kuilan en el sector Espinoza en Dorado era el punto perfecto para presenciar el evento.
Sobre 300 personas se dieron cita para ver el choque donde su héroe y doradeño, Yadier Molina, sería el receptor de uno de los equipos protagonistas. En la vía, una pantalla gigante televisaría las ejecutorias del conjunto patrio camino a la conquista de su primera corona mundial. Frente al parque de pelota Jesús ‘Mambe' Rivera Kuilan, el hogar de los Molina y una monoestrellada adornaban el portón principal.
Mientras los presentes esperaban por el inicio, lo ideal era echar un partido de dominó, buscando distraer la mente ante la ansiedad que podía representar el ver a uno de los suyos en tan importante escenario nuevamente.
Al son de plena, los presentes disfrutaron de las primeras entradas con emoción. Su alegría era palpable y no dejaron de ondear la bandera puertorriqueña. Pero todo eso cambió cuando Marcus Stroman dominó los bates boricuas a su antojo con su ‘no hitter'.
La alegría se esfumó aún más con el cuadrangular con uno en base por parte de Ian Kinsler, dándole la delantera 2-0 a Estados Unidos, provocando la fuga poco a poco de los presentes.
La representación norteamericana añadió dos carreras más y todo apuntaba a que el desfile de ida se iba a dar antes del noveno episodio. Las caras largas se apoderaron de los presentes y tras repicar el cuero durante el inicio del juego, los pleneros decidieron guardar sus instrumentos mientras Stroman reinaba con la atención principal en el Dodger Stadium en Los Ángeles, California.
Las lluvias esporádicas también ayudaron a que los presentes se marcharan del lugar a cuenta gotas. Los momentos de alegría durante el choque fueron espontáneos, siendo el último cuando se registró sencillo de Molina en la parte baja del octavo.
Finalmente, solo un puñado de gente se quedaron para ver el triste desenlace que le dio el campeonato a Estados Unidos venciendo 8-0.
El primo de Yadier, Luis Samot Molina, no ocultó expresar su orgullo por uno de los mejores receptores del béisbol organizado actualmente. De igual forma, expresó su agradecimiento a todos quienes dijeron presentes aunque el resultado no fue el esperado.
'Le doy las gracias a la gente que vino, que nos acompañó aquí hasta estas tantas de horas de la noche que mañana se trabaja, que van al recibimiento. Me siento orgulloso de ser puertorriqueño y de mi apellido Molina', agregó antes de exhortar a recibir al 'Team Rubio' con cariño luego de todo lo que logró el equipo.