Arroyo: A salvo en Turquía y contando con 'el compromiso' nacional
Esto de ser un baloncelista profesional que viaja el mundo puede ponerse a veces difícil. No todo es fama y fortuna, hay veces que hay que tener 'ojo pelao' con los ratones', como dicen por ahí, y recordarse que no estás en casa.
Pero mejor que lo explique Carlos Arroyo, quien se encuentra en Turquía jugando la serie final de la liga de ese país con su club, el Galatasaray Medical Park, en medio de la difícil situación que vive esa nación debido a los recientes enfrentamientos entre fuerzas armadas del gobierno y protestantes .
'No sé hablar turco, pero entiendo varias cositas aquí y allá... Estambul es una ciudad bien grande por lo que gracias a Dios no se han sentido mucho los disturbios por donde me encuentro', dijo Arroyo a NotiCel desde Turquía, donde su equipo se encuentra en plena serie final antge el club Banvit.
'Llegue al Galatasaray en diciembre y ya mis niñas habían comenzado sus estudios por lo que tuve que venir solo. Pero el trato del equipo desde el primer día a sido ‘Clase A'. Mis compañeros de equipo han sido mi familia todo este tiempo ya que estoy sólo por aca y mi familia está en Miami', puntualizó.
Es en momentos como este en los que profesionales como Arroyo se concentran completamente en su trabajo. Los números no mienten: Arroyo promedió este año 13.4 puntos y 4.3 asistencias en 28.2 minutos por juego en la campaña regular 2012-13 de la Liga de Turquía. Más que nada, su equipo no hace otra cosa que no sea ganar, algo que suele satisfacer mucho a atletas de alto rendimiento que viven del deporte, como él.
'Estoy bien contento, hermano... Ya es mi segundo año por acá y estoy de camino a mi segunda seria final consecutiva', suspiró, antes de pasar revista sobre las proezas del club con el que firmó un contrato de dos años que no le permitió ver la posibilidad de jugar con Santurce en el Baloncesto Superior Nacional (BSN).
'Ya dimos inicio a la serie final contra el Banvit, que es un equipo que ha jugado muy bien este año y viene de ganarle a uno de los favoritos del torneo, el Anadolu Efes. Entendemos que tenemos buenas posibilidades si seguimos jugando al nivel que hemos jugado. Hasta el momento llevamos 24 victorias consecutivas', expresó.
Como cuestión de hecho, la victoria número 24 del Galatasaray le dio ventaja 1-0 en la final ante el Banvit. El segundo partido de la serie es hoy, y tan pronto tengamos el resultado se lo traeremos. Por si acaso, si usted es un fiebrú del basket y quiere ver ese primer partido de la serie, vea este vídeo a continuación.
Cuando Arroyo acabe con el Galatasaray, regresará a Miami y entonces vendrá a Puerto Rico para unirse a los entrenamientos de la selección nacional que en agosto tiene un fuerte compromiso en el Premundial de Las Américas en Caracas.
'Sobre el equipo nacional todavía no sé mucho. Ellos siempre me dan mi espacio en lo que termino con mis compromisos para entonces reunirse conmigo y mantenerme al tanto de nuestra agenda', manifestó el gestor de la icónica imagen suya halándose su camiseta de Puerto Rico durante la paliza que le dimos a Estados Unidos en las Olimpiadas de Atenas 2004.
'El torneo será bien competitivo en Caracas', indicó ya con un tono más analítico. Entonces se puso el sombrero de veterano y mentor, explicando desde Estambul esa cosa que llaman deber patriótico deportivo
'Espero que el compromiso de algunos muchachos sea genuino, el compromiso de representar a nuestra Isla', dijo. 'Tendremos mucho talento pero si no entendemos el compromiso y la responsabilidad que conlleva nuestro uniforme no vamos a tener buenos resultados. Yo confío en que sí podemos!', puntualizó.
Finalmente, el estelar armador del equipo nacional aprovechó para enviarle un saludo a sus compatriotas, pues sabe que en Puerto Rico, la selección de baloncesto es equivalente a lo que en México o Argentina o Brasil sería la de fútbol… todo el mundo está pendiente.
'Un saludo y abrazo fuerte a todos los lectores de NotiCel y a todo el pueblo seguidor de nuestro baloncesto. Gracias siempre por su apoyo y respeto', finalizó.