El pueblo se despide de Keishla Rodríguez
Los padres exigen justicia para su hija y para todas las mujeres.
El código de vestimenta de los velatorios suele ser negro, pero para despedirse de Keishla Rodríguez, decenas de personas vistieron de blanco y violeta, con mensajes en su vestimenta expresando, “ni una más, ni una menos”.
Con globos, rosas, y frustración por la injusticia, puertorriqueños y puertorriqueñas acudieron a la funeraria Ehret en Río Piedras para mostrar solidaridad a la familia y exigir justicia.
“Que sea ella la última y que se recuerde a mi hija por eso, que ella aportó a que vamos mejorando como sociedad. Que se recuerde a mi hija como la ley”, expresó el papá de Keishla, José Antonio Rodríguez, cuya guagua tenía escrita el mensaje “Keishla, papá te ama”.
Mientras se estaba llevando a cabo el velatorio, los teléfonos de todos sonaban con la noticia de que a Félix Verdejo, junto a Luis A. Cádiz, eran acusados por un gran jurado federal por cuatro cargos, incluyendo una promesa de pago por la muerte de la joven.
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“Desde que llegué aquí no he visto noticias, no sé nada”, comentó la mamá, Keila Ortiz. “Yo lo que quiero es justicia para Keishla, pero no queremos hablar del caso”, reiteró.
Un factor que fue esencial para la investigación y hallar con el paradero de Rodríguez fue el hecho de la comunicación abierta que ella tenía con su familia, en especial con su mamá, que horas antes de desaparecer, le dijo que se iba a encontrar con Verdejo.
“Yo soy madre y amiga de mis tres hijos, porque aunque Keishla no esté ahora, es mi hija”, dijo Ortiz entre lágrimas. “Madres, tienen que ser madres y amigas de nuestros hijos. Tienen que saber dónde están, tienen que estar pendiente. Tenemos que tener esa confianza para que los hijos nos cuenten a dónde van, dónde vienen”, exhortó la madre, siendo consolada por su hijo.
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La mamá y el papá de Keishla se sienten comprometidos con el pueblo no solo para hacer justicia para su hija, pero para todas las mujeres que sufren violencia de género.
“Es mi hija la que me guía... por ella estoy en pie. Todo reclamo, por más mínimo que sea, se debe atender de inmediato”, exigió el papá de Keishla.
“No queremos que ninguna mujer sea ofendida o juzgada. El abuso a la mujer tiene que parar, tiene que parar. Por favor, esto no puede volver a suceder”, suplicó la mamá.
Los actos fúnebres se llevaron a cabo en la funeraria Erhet en Río Piedras y estuvo abierto al público general. Lo mismo ocurrirá hoy, hasta mañana que será sepultada en un cementerio de Guaynabo.