Inician las obras de restauración en las salinas de Cabo Rojo
“Este proyecto es de suma importancia para la conservación del ambiente costero y marino para el beneficio de la biodiversidad de Puerto Rico”, sostuvo el gobernador.
El gobierno ha anunciado el inicio de las obras de restauración en las Salinas de Cabo Rojo, un proyecto que tiene como objetivo reparar el hábitat costero y la conectividad hidrológica para reducir las amenazas actuales y aumentar la resiliencia a largo plazo debido al cambio climático y sus efectos, según se informó.
“Estamos tomando medidas de mitigación de riesgo en las obras de reconstrucción que estamos llevando a cabo, teniendo en cuenta la posición geográfica de la Isla que la expone a fenómenos atmosféricos que nos afectan. Las obras de restauración de Las Salinas se realizan con una inversión de $5 millones provenientes del proceso competitivo de la iniciativa America the Beautiful Challenge 2022 anunciada por la Administración Biden-Harris y para la cual el DRNA trabajó efectivamente para ganar esta subvención”, sostuvo el gobernador Pedro Pierluisi, quien añadió que a través de esta iniciativa el gobierno federal está otorgando $91 millones en subvenciones para proyectos de conservación en 42 estados y territorios.
“Este proyecto es de suma importancia para la conservación del ambiente costero y marino para el beneficio de la biodiversidad de Puerto Rico”, sostuvo el gobernador.
Las obras de restauración se llevan a cabo con la colaboración del DRNA, el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre, la Fundación Nacional de Pesca y Vida Silvestre, y la organización local Protectores de Cuencas. Los trabajos incluyen la primera fase de la evaluación y estudio del proyecto, su diseño y cumplimiento ambiental, lo cual es realizado por Protectores de Cuencas. También se realizará la restauración del hábitat costero, la conectividad hidrológica para reducir amenazas climáticas y el aumento de la resiliencia a largo plazo a consecuencia del cambio climático.
“La colaboración del gobierno estatal y el federal con entidades protectoras del ambiente integran las soluciones basadas en las condiciones naturales para lograr la conservación y restauración de nuestros ecosistemas”, indicó el primer ejecutivo previo a la firma del Acuerdo entre el DRNA y la organización Protectores de Cuenca.
La secretaria del DRNA, Anaís Rodríguez, sostuvo que las obras de restauración en las Salinas de Cabo Rojo “son un paso importante en nuestros esfuerzos por preservar y proteger los valiosos ecosistemas costeros de Puerto Rico. Este proyecto no solo contribuirá a la conservación de la biodiversidad y la salud ambiental de la isla, sino que también fortalecerá nuestra resiliencia ante los efectos del cambio climático. La integración de soluciones basadas en la naturaleza es fundamental para adaptarnos a estos desafíos y garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones”.
Mientras, el alcalde de Cabo Rojo, Jorge Morales, indicó que, ”la industria de la sal es una de las más antiguas del Caribe y el que el gobernador y otros funcionarios gubernamentales se preocupen por la problemática existente es muy importante para este alcalde y todos los caborrojeños”.
Las Salinas de Cabo Rojo, con 505 hectáreas que forman parte del Refugio Nacional de Vida Silvestre de Cabo Rojo, son un hábitat intermareal único para varias especies de aves playeras nativas y migratorias, y se consideran una de las escalas más importantes para estas especies migratorias en el Caribe. Además, este lugar sirve como hábitat crítico para especies en peligro de extinción, como la mariquita y el guabairo, y se ha utilizado durante más de 512 años para operaciones artesanales. Las Salinas se consideran la primera industria de extracción de sal documentada en Las Américas y son visitadas actualmente por más de cinco millones de personas al año.
Pos su parte, Roberto Viqueira, director ejecutivo de Protectores de Cuenca, dijo que “este proyecto es uno de importancia para Puerto Rico porque, al igual que el de la restauración de la laguna de Guánica, representan un legado para el país. Ambos son un ejemplo de adaptación al cambio climático, revitalizan la biodiversidad de la zona e impulsan el ecoturismo y la economía local”.