Un mariposario apuesta a la educación para reducir la contaminación ambiental
El Mariposario Lluvia del Sol cuenta con un espacio en la Finca HidroOrgánica de Río Grande y coloca como protagonistas de un ambicioso proyecto a jóvenes de nuestra isla.
La joven de 25 años, Cristina González, siempre soñó con crear su propio mariposario, y al llegar a la Finca Hidro Orgánica, la hizo realidad, creando el Mariposario Lluvia del Sol junto a los agricultores Francisco Castro Barreto y Antonio Castro Barreto.
“Siempre quise hacer un mariposario pequeño, casero, pero no sabíamos que se iba a convertir en algo tan importante para la finca, el ambiente y para la comunidad”, expresó González, quien hace seis años está sumergida en el mundo de la agricultura, específicamente en el sector agroecológico.
El Mariposario Lluvia del Sol nació hace dos años ante la inquietud de González y su pareja, Francisco Castro Barreto, ante la escasa población de mariposas monarcas en Puerto Rico. Al percatarse de este dato, se fueron educando con la profesora Marisol Quiñones de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Utuado (UPRU).
“Aprendimos que no había mucha población porque la mariposa no tenía dónde poner sus huevos, el uso de pesticida y la contaminación ambiental. Al tener esta finca ideal, teníamos plantas para alimentarse y luego sembramos las plantas hospederas”, explicó la coordinadora del mariposario.
Para preservar las mariposas monarcas, cuentan con un mariposario al aire libre y uno cerrado. Cuando la mariposa pone los huevos en las plantas hospederas de afuera, cogen la oruga y la ponen en el mariposario cerrado para vigilar ese proceso.
“Se vigila el proceso de cuando ella salga, ya que sale tan débil, para que no se caiga. Ese primer día está secando sus alas, y ya el segundo día va de flor en flor a alimentarse en la finca”, describió la joven de 25 años.
Como dato curioso, González destacó que la mariposa puede poner hasta 500 huevos al día, sin embargo, su periodo estimado de vida no es mucho. Las mariposas monarcas viven aproximadamente de tres semanas a un mes, debido a factores ambientales o sus depredadores, los lagartijos.
Una manera divertida de educarse
Por otro lado, el mariposario cuenta con recorridos educativos que apelan a todas las edades, e incluso, ante la pandemia, han llevado a cabo recorridos virtuales con grupos de más de 70 personas.
“Con las nuevas flexibilizaciones (de la Orden Ejecutiva) hemos comenzado a recibir grupos de personas. En estos recorridos llevamos a las personas al mariposario, a nuestros bancos de siembra, le enseñamos nuestro proyecto de tabacco, composta, y nuestras herramientas”, dijo una de las fundadoras del mariposario.
Además, cuentan con un área de café con productos sembrados en la finca, en la cual se pueden sentar aproximadamente 24 personas.
“Desde el mariposario es importante apoyar estos proyectos porque necesitamos aumentar esos polinizadores. Es importante conocer su proceso, porque no no puede amar lo que uno no conoce, y por eso nos damos la tarea de educar a todos y todas sin importar la edad; crear esa conexión con la naturaleza y su entorno”, manifestó González.
Todos los lunes y miércoles a las 10 a.m. y viernes a las 5p.m. reciben a personas para los recorridos educativos. De igual manera, puede reservar para grupos privados. Si está interesado en participar en los mismos puede acceder a www.hidrorganica.com , de igual manera, puede buscarlos en las redes sociales como HidrOrganica PR, Mariposario Lluvia del Sol y/o El Club del Turro en Facebook.