Después del coronavirus: ¿epidemia de divorcios?
El estrés del encerramiento podría afectar la relación de pareja.
En Nueva York, hombres y mujeres inundan las líneas telefónicas de los abogados con consultas de divorcio en medio del pandemia del COVID-19. En China, tan pronto se liberalizaron el toque de queda y las medidas de distanciamiento social, las peticiones de divorcio se dispararon.
¿Llegará un brote de divorcios a nuestras costas? ¿El encerramiento acaba el amor?
No está claro.
Los estudios sobre cómo la adversidad, y, especialmente, los desastres naturales afectan las relaciones de pareja ofrecen una respuesta mixta. Al analizar la situación, la revista Psychology Today encontró que, a corto plazo, los desastres podrían fortalecer una relación, pero, a largo plazo, podrían debilitarla. Los divorcios aumentaron en Estados Unidos luego de los huracanes Hugo, Andrew, Katrina y Sandy.
Por ejemplo, después del huracán Katrina, la tasa de divorcios en la ciudad de Orleans creció de 2.3 por cada 1,000 personas en 2005, a 4.4 el año posterior. Actualmente, debido al volumen de llamadas recibidas, los abogados de familia anticipan una avalancha de radicaciones de divorcios cuando reabran los tribunales en la Gran Manzana, según el diario New York Post. Bloomberg, por su parte, reportó que en la ciudad de Dazhou en la provincia de Sichuan las peticiones de disolución de matrimonio al final de Marzo subieron un 25 por ciento.
En la isla no existen estudios sobre el tema, pero expertos consultados por NotiCel reconocieron que el estrés que causa la convivencia en un periodo de crisis individual y colectiva podría incidir en la decisión de algunas parejas de tomar rumbos diferentes una vez se supere la crisis de salud pública.
“Claro que es posible. Salen a la luz aquellas cosas que no se expresaron y no se trabajaron en un momento dado”, afirmó la sicóloga clínica Sandra Freytes Caldwell.
“La clave es mantener una comunicación efectiva. Usualmente, no tendemos a hablar de cómo nos sentimos. Hablamos de lo que pasó en el día o criticamos a nuestra pareja, no hiciste esto, o por qué no me ayudas… y se nos olvida que tenemos que decir cómo nos sentimos. Las emociones son muy importantes en esto”, agregó.
Freytes Caldwell también señaló que aquellas parejas que ya enfrentaban algún tipo de dificultad, lidian con un escenario más complejo.
“En Puerto Rico, ya llevamos varios años enfrentando distintos eventos que están fuera de nuestro control. Todo comenzó con Irma y María, que ya todos sabemos las repercusiones que tuvo, y el deterioro significativo en la salud mental de los puertorriqueños que dejó. En enero tuvimos los terremotos. Fue un despertar y ponernos en alerta en el peligro y volvimos a experimentar una situación en la que no teníamos el control. Y ahora, algo que nadie en esta generación había vivido, que es una situación como la que ha dejado el coronavirus. Entonces, son situaciones que, de nuevo, no están en nuestro control, pero que tenemos que lidiar con el impacto emocional de estas experiencias”, expresó.
Después del paso del huracán María e Irma por Puerto Rico, el estrés y la incertidumbre arroparon los hogares de los puertorriqueños que debían salir a buscar alimento, gasolina y tratar de mantener la normalidad a pesar de no contar con luz ni agua. A ello se suma, que fueron miles los que quedaron sin hogar ni empleo.
La epidemióloga Idania Rodríguez Ayuso planteó a NotiCel que, en el caso de María, los procesos judiciales y administrativos se atrasaron por la falta de los servicios esenciales, situación que dificulta establecer una relación directa de causa y efecto de haberse notado algún aumento en las rupturas de parejas.
“La causal no presenta nada de ese tipo. Está adulterio, consentimiento mutuo, que son las razones escritas en el documento de radicación”, apuntó. “No necesariamente el que tengas una avalancha de casos significa que por este evento me divorcié. Puede ser que hay quienes están separados hace mucho tiempo y no tuvieron la forma de radicar”, abundó.
En su práctica, la licenciada Pilar Pérez Rojas notó una disminución de divorcios tras la emergencia de María. Pero no descartó que esta situación inédita que vive el país en medio de la pandemia de coronavirus, y que, en muchos casos, viene acompañada de incertidumbre económica, pudiera desembocar en el deseo de una separación.
“He tenido divorcios de varios niveles sociales y el factor económico es muy estresante y es uno de los factores que más te lleva a divorciarte o a mantenerte en pareja”, explicó. “Porque a veces las parejas sienten el temor de enfrentar mayor dificultad económica, si podrán pagar la pensión… Y, de acuerdo a mi experiencia, el otro factor por el que la pareja se mantiene unida es tener un hijo”.
Tanto tras la emergencia de María, como la que recién comienza con el COVID-19, uno de los primeros impactos que han recibido los puertorriqueños es el desempleo. Recientemente, el secretario de Asuntos Públicos de La Fortaleza, Osvaldo Soto, informó que el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos había recibido 98,713 solicitudes por desempleo desde el pasado 16 de marzo, cuando inició la cuarentena a causa del coronavirus en Puerto Rico. España también registró un aumento drástico del desempleo y en Estados Unidos más de 6.6 milliones de personas han solicitado beneficios de desempleo.
“Esto del COVID-19 produce emociones complejas y la más fuerte es el miedo. Y esa pérdida de control sobre la salud está presente y viene el aumento del estrés y la ansiedad que está relacionada a la depresión y la desesperanza. Estamos ante la incertidumbre de cómo eso va a afectar mi vida, así que puede ser una bomba de tiempo que tiene sus repercusiones a nivel emocional”, apuntaló la sicóloga Freytes Caldwell. “Y podemos ver un aumento en los casos de divorcios, pero igualmente en los de suicidios, porque todo está relacionado a la desesperanza”.
En ello coincidió la licenciada Pérez Rojas y añadió que el encierro puede agravar la situación entre parejas que ya tienen la ansiedad a flor de piel.
“La gente que está pasando por estrés, que no ha manejado sus situaciones de pareja antes, y se siente ahogada y no se siente conectada, puede que incida en una mayor cantidad de gente divorciada. Cuando María, tú podías salir, aunque no tuvieras luz y agua, pero tenías tus salidas. Y en una situación normal, estas parejas, pues, uno se iba por la mañana al trabajo y regresaba en la tarde y se tenía como un respiro y lo tomaban como una rutina. Aquí estás en una casa, que puede ser amplia y grande, pero puede ser un apartamento chiquito de uno o dos cuartos y los muchachos gritándote encima… no debe ser una situación fácil de manejar si ya venías teniendo una situación”, dijo Pérez Rojas.
Ambas expertas añadieron el alza en violencia doméstica que puede traer consigo una emergencia como esta. En Puerto Rico, organizaciones dirigidas a trabajar con sobrevivientes de violencia de género mostraron su preocupación desde que se decretó el toque de queda, y fueron las primeras en alertar sobre el posible disparo de casos, ya que las víctimas debían permanecer encerradas con su agresor. El Vocero publicó que al menos 14 casos de violencia doméstica fueron investigados por la Policía entre el 20 y el 21 de marzo.
La situación es tan seria que el secretario de las Naciones Unidas, António Guterres, pidió a los países que adoptaran medidas para hacer frente a “un estremecedor repunte global de la violencia doméstica” contra mujeres y niñas ocurridos durante las últimas semanas, debido a los confinamientos decretados por los gobiernos a través del mundo durante esta pandemia.
“Creo que este es el momento para que hagamos la diferencia como país. Al estar en ‘lockdown’, es necesario que hagamos todo lo posible por fortalecer la unión familiar en vez de permitir que la discordia y lo negativo nos separe. El dolor y la incertidumbre oír a que estamos pasando nos ponen a prueba a todos y requerirá un esfuerzo grandísimo. Lo logramos después de María y estoy segura de que lo lograremos ahora”, dijo Freytes Caldwell. “Todos debemos cuidar nuestra salud mental y su se nos hace difícil, pues sabemos que es hora de buscar ayuda de ser necesario. Un día a la vez”.