La RAE desecha el 'todes'
La Real Academia Española (RAE) dejó claro que no apoya el lenguaje inclusivo en su primer manual de estilo del idioma español en el que llama a 'no confundir la gramática con el machismo'.
Esta pronunciación de la RAE rechaza los términos 'todos y todas', 'todes', 'todxs' o 'tod@s', que han comenzado a ganar espacio en Latinoamérica como parte de un llamado a la inclusividad. Según reseña el diario Clarín, pese a la postura de la RAE, el lenguaje inclusivo ya ganó espacio en la cadena televisiva Fox Premium, que estrenó en octubre la serie 'Pose', que incluye subtítulos con lenguaje inclusivo en castellano y portugués.
Esta no es la primera vez que la RAE se pronuncia contra el lenguaje inclusivo. A inicios de 2019, el director de la academia, Santiago Muñoz Machado, afirmó que no se 'puede imponer una manera de hablar por decreto, ni por un acuerdo', en referencia a las voces en pro del denominado lenguaje inclusivo.
Sin embargo, en esta ocasión, el rechazo a esa práctica fue publicado en el manual, que se presentó en el marco del XVI Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, que se celebra en Sevilla, y aborda las normas gramaticales y ortográficas del español 'simplificadas, resumidas y al alcance de todos', destacaron varios editores.
La publicación recoge explicaciones de dos 'obras de referencia' de la RAE para las personas que han tenido 'cierta introducción' en los dos ámbitos. Para facilitar su consulta, hay apartados sobre el género y el número, las categorías gramaticales del español (sustantivos, adjetivos, verbos, pronombres, nexos), el uso de mayúsculas o de los signos de puntuación, todo con un planteamiento didáctico que 'ha costado mucho', recalcó el académico Salvador Gutiérrez Ordóñez.
Hasta ahora, se habían publicado en 2011 y en 2012 dos obras separadas con las normas básicas de la gramática y la ortografía de la lengua española, y en este libro, con 548 páginas, se unen por primera vez ambas materias, explicó Gutiérrez Ordóñez.
A la presentación del libro asistió también la directora de la Academia Chilena de la Lengua, Adriana Valdés, quien señaló que a veces se permite una transgresión de la norma con alguna 'licencia poética' que entiende quien la escribe y quien la lee para crear 'cierto efecto expresivo'.
'La norma articula la licencia', señaló la académica chilena para agregar que las licencias poéticas requieren una 'complicidad', que llegan o no al diccionario dependiendo de la 'vida' que tengan en el habla.
En este sentido, Gutiérrez Ordóñez indicó que las normas ortográficas son comunes y de obligado cumplimiento, mientras que cuando se trata de nuevos términos que se incorporan a la lengua, las normas son 'orientativas' y existe 'libertad' para su uso.
El académico español agregó que en la lengua existen 'modas' y 'realidades que van cambiando', y ha puesto como ejemplo lo ocurrido en 2005 con el Diccionario Panhispánico de Dudas, que dedicó gran espacio a la palabra 'casette', que ahora ya ha dejado de interesar.
Para la elaboración de las normas de ortografía, el académico recordó que en una de las reuniones celebrada en Chile sufrieron a las 2:30 de la madrugada un terremoto 'brutal' de 8.6 en la escala de Richter así como varias réplicas.
'Fue una experiencia excepcional', afirmó Gutiérrez antes de afirmar que a las once de la mañana se reunieron los académicos en la entrada del hotel y un catedrático de Bolivia propuso que se fueran a trabajar porque estaban todos mirándose y existía el riesgo de acabar 'odiándose'.
Los académicos retomaron sus trabajos con réplicas 'cada poco', momento en el que interrumpían las reuniones, aunque finalmente aprobaron parte de las normas comunes de la ortografía, relató el académico español entre risas.