Las zonas inundables lideran conversación meteorológica a dos años de María
El futuro de Puerto Rico de cara a la nueva temporada ciclónica y las crecientes amenazas de huracanes destructivos de categoría cuatro y cinco fueron el eje de discusión en el Foro Atravesando María: Dos Años de Lecciones y Recuperación en la Universidad Carlos Albizu (UCA) en el Viejo San Juan.
Según se expuso en el foro por la abogada Amaris Torres Rivera, el Plan de Acción de los fondos del Programa de Subvención en Bloque para el Desarrollo Comunitario para la Recuperación (CDBG-DR) contemplaba esfuerzos de reubicación de áreas expuestas a riesgos de inundaciones, deslizamientos, entre otros desastres, sobre la mitigación de los daños. Esto significaría que las personas deben abandonar sus hogares ante algún desastre natural, lo cual podría ser complicado para aquellas personas incapaces de dejar su casa debido a problemas de salud, apegos emocionales, u otras circunstancias.
'Hay muchas comunidades de escasos recursos que no tienen que ser desalojadas', apuntó Torres Rivera.
Con ella concordó el antropólogo Manuel Valdés Pizzini, quien cuestionó sobre aquellas personas que también vivían en zonas inundables que no se les obligó a abandonar sus hogares como las personas que vivían en Rincón o en Ocean Park, durante el embate del huracán María. Los edificios en ambas zonas sufrieron grandes problemas con el embate del huracán, dejando a algunos en pérdida total.
Para la meteoróloga Ada Monzón, el propósito de su labor es anunciar sobre el peligro de estas tormentas para que los familiares u otras personas lleven a cabo la labor cívica de ayudar a aquellos incapaces de defenderse durante un embate de un huracán.
'Hay veces que las personas no eligen estar en zonas inundables', apuntó Monzón, haciendo referencia a aquellas personas que heredan sus hogares de familiares de generación en generación sin conocimiento alguno de los peligros del área donde se encuentran.
Para el investigador y profesor de la UCA , Domingo Marqués, es importante que los profesionales y el pueblo participen de la creación de política pública. 'El otro día vinieron a firmar un plan de emergencia. Esto nos dice que estuvimos dos temporadas de huracanes sin un plan', explicó Marqués, quien formó parte de una investigación de la Universidad de Harvard en donde se contabilizó el número de muertos luego del paso del huracán María y que situó la cifra en más de 4,000 decesos.
Más allá de la falta de un plan, el profesor y psicólogo clínico también resalto la falta de una estrategia para atender los problemas de salud mental. Tras el paso del huracán María, la tasa de suicidios en la isla aumento, especialmente en la población mayor de edad que por meses enfrentaron la falta de luz en sus hogares.
'Esto no fue solo un huracán, fue una secuela de eventos que llevó a la pérdida de vidas', estableció Marqués.
Finalmente, para Monzón es importante que las conversaciones sobre el cambio climático y los huracanes se continúen dando, especialmente durante la temporada de huracanes, que al momento está en su etapa más activa con el mes de septiembre. De acuerdo a la meteoróloga, el tema de los huracanes no se le debe tener miedo y se debe discutir en el hogar junto a toda la familia.
'Hay que hablar de ese, es parte de lo que es la vida', exhortó Monzón quien además forma parte del EcoExploratorio de Puerto Rico, una organización dedicada a fomentar el estudio de las Ciencias y las Matemáticas en Puerto Rico.