Informe ilumina la autodestrucción de la AEE
Los males crónicos que llevaron a la Autoridad de Energía Electrica (AEE) a su autodestrucción fueron resaltados en el informe final sobre la investigación de la deuda, efectuado por la firma investigadora contratada por la Junta de Control Fiscal (JCF), Kobre & Kim.
Representaciones falsas sobre el uso de ingresos producto de emisiones de bonos, una cultura de empleo por confianza política que continuamente impidió a la Autoridad mantener recursos con conocimiento institucional, y los subsidios energeticos a municipios últimamente llevaron a la corporación pública a un estado de insolvencia e incapacidad administrativa.
Bonos emitidos nunca llegaron al Fondo de Construcción
Entre el 2010 y el 2013, la AEE representó en sus emisiones de bonos que consignaría $1,307 millones para su Fondo de Construcción, pero en realidad depositaron $876 millones tanto en cuentas restringidas como en construcción, efectivamente engañando a sus bonistas al desviar $431 millones para otros propósitos.
El hallazgo fue producto de una evaluación comisionada por Kobre & Kim a la firma Duff & Phelps, la cual realizó el análisis de las emisiones de bonos y el uso de esos recaudos para el periodo en que la corporación pública emitió deuda por última vez.
Aunque el análisis no entra en el detalle de cómo se utilizaron los ingresos provenientes de las emisiones, la firma investigadora sostuvo que la evaluación subraya la necesidad de transparencia sobre cómo las entidades del gobierno contabilizan y reportan los usos de fondos recibidos mediante emisiones de deuda.
Entre el 2010 y el 2013, la AEE aumentó su deuda mediante 10 emisiones que totalizan $4,720 millones. Según el análisis, de ese total $1,310 millones fueron consignados para el Fondo de Construcción, $1,240 millones para el pago de líneas de credito y $841 millones para 'propósitos misceláneos'.
La puerta giratoria de los empleados de confianza
Como detalle curioso, el informe señala que en lo que va de decada la AEE ha tenido siete directores ejecutivos, con terminos que se extienden entre 123 días y 993 días como resultado de la obsesión de cada administración en cambiar toda la jefatura de la corporación pública una vez llega al poder, lo que resulta en el reemplazo de 200 puestos administrativos cada cuatrienio.
En cambio, los empleados de confianza designados tanto por el gobernador como los designados por el director ejecutivo constantemente pasan de un rol de confianza a un puesto de carrera y viceversa, dificultando aún más la capacidad de la AEE de contratar personal nuevo y mejor capacitado.
La consecuencia de esta conducta se manifestó en la notable ausencia de proyectos de mejoras capitales que pudieron abonar a la resistencia de la red energetica ante riesgos naturales. A esos efectos, el informe señala que entre el 2009 y el 2013 la AEE gastó $405 millones para mejoras al sistema de transmisión y $619 millones para el sistema de distribución. Aunque esos fondos reemplazarían postes de madera los cambios nunca se efectuaron. El informe sostiene además que los proyectos para introducir gas natural a las generatrices tambien fueron víctimas del desbarajuste interno en la corporación pública.
CELI, mal negocio para la AEE
El arreglo entre la AEE y los municipios consiste en que a la corporación pública se le exime de pagar la gran mayoría de impuestos sobre la propiedad aplicables. En cambio los municipios pagan una fracción del total de energía consumida. Aunque recientemente los planes fiscales de la AEE contemplan una alteración a ese arreglo, el informe de Kobre & Kim va más allá y recomienda eliminar el mecanismo por completo.
Por una parte, identificaron que los municipios aún mantienen una deuda de $420 millones por el servicio, que a su vez representa casi el 20% de la clientela de la AEE. La corporación pública, a su vez, modificó sus libros para incluir recaudos municipales que no había cobrado, dando la impresión de un panorama de recaudos más saludable de lo que realmente era.
El CELI tambien ha sido abusado por alcaldes para sufragar costos energeticos a negocios privados con fines de lucro, tal como es el caso de la pista de hielo y parque acuático en Aguadilla. Un análisis desarrollado por FTA Capital Advisors en el 2014 estimó que los ingresos no recaudados por la AEE correspondiente a las facturas municipales representan una perdida mensual de $2.5 millones.
'En base de la evidencia que hemos evaluado sobre el periodo relevante, hemos concluido que los oficiales electos de Puerto Rico deberían considerar eliminar el CELI del todo, pues ha resultado en costos pasados a los clientes como tambien recaudos significativos que no han sido cobrados por la AEE', reza el informe.