275 firmas de inversión se lanzaron sobre la deuda chatarra de Puerto Rico
El gobierno de Puerto Rico sonó la campana: $3.5 mil millones en Bonos de Obligación General de un país en serios aprietos económicos estaban disponibles.
Wall Street escuchó y 275 firmas de inversión se lanzaron sobre la oferta que hizo el Estado Libre Asociado en el año 2014. No les importó que las tres principales casas acreditadoras habían calificado los bonos como chatarra o que muchos economistas y analistas financieros predecían, desde años antes, que Puerto Rico iba camino al precipicio económico y fiscal. En conjunto, las empresas ordenaron más de $16 mil millones de la oferta que solo constaba de $3.5 mil millones, y que se vendió a 93 centavos el dólar, con intereses de 8.73%. Unas firmas lograron comprar $120 millones en bonos mientras otras que hicieron sus órdenes se quedaron sin nada.
Por ejemplo, la empresa Paulson <><><><><><><><><><><><>& Co. ordenó $200 millones, pero recibió $120 millones (60%). Del grupo de 275 firmas que optaron por comprar bonos chatarra de Puerto Rico, solo nueve recibieron el 100% de la cantidad de bonos que ordenaron, como fue el caso de una subsidiaria de la administradora de la emisión Barclays, registrada como Co-Managers and Barclays Wealth ($91,525,000), y Commonwealth Advisors ($1,250,000)./p
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La decisión sobre la cantidad de bonos que recibe cada firma usualmente está a cargo del sindicato que forma el grupo de bancos de inversión que trafican la deuda (los llamados underwriters). Esa decisión puede estar determinada por varios factores, algunos arbitrarios, tales como las relaciones de negocios que tengan con el banco, o el momento en que una firma hace la orden, según varias fuentes con conocimiento del mercado financiero consultadas por el Centro de Periodismo Investigativo que pidieron hablar bajo anonimato debido a su relación con la industria./p
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La información que hoy se conoce sobre la emisión de bonos del ELA en 2014 fue revelada hace unos días por el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) tras un litigio contra el Gobierno que duró más de un año, y que finalmente produjo una serie de documentos que permiten analizar cuáles son los intereses económicos que entraron en juego ante la inminente quiebra de Puerto Rico y arrojan luz sobre cómo se repartieron los bonos y por qué. Hasta ahora solo se conocía la identidad de menos de un centenar de firmas de bonistas./p
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strongLos bancos de inversión como árbitros/strong/p
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Dentro del grupo de bancos que trafica la deuda hay uno que es el líder o administrador de la emisión y que decide qué por ciento le toca a los demás bancos o instituciones financieras del grupo. Luego que reciben el por ciento de bonos que les asigna el banco principal, esas instituciones los reparten a su vez entre las firmas de inversión que son sus clientes y que ordenaron comprar. Algunas firmas de inversión son clientes de varios bancos de inversión./p
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En la emisión de bonos de 2014 hubo tres grupos de bancos. Barclays Capital fue el principal en el grupo compuesto por Bofa Merrill Lynch; First Bank PR Securities y Popular Securities. Morgan Stanley fue el principal en el grupo de Goldman Sachs & Co.; JP Morgan; Jefferies Mesirow Financial Inc. y Santander Securities. RBC Capital Markt fue el principal de Ramírez & Co. Inc.; Oriental Financial Services y UBS FS Puerto Rico. El grupo de bancos compró los bonos con un descuento de $28,130,460.67 del precio de la oferta original y tienen derecho a revenderlos a un precio más bajo de dicha oferta inicial, según la declaración oficial de la emisión del 2014.
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