Avalancha de desechos de paneles solares y baterías se espera en próximas décadas
El boom de los sistemas solares en la Isla también tiene sus retos, como qué hacer con los equipos cuando terminan su vida útil, asunto que fue abordado por distintas organizaciones en una audiencia pública de la Cámara.
A la larga lista de desechos que se siguen acumulando en Puerto Rico -neumáticos, cenizas tóxicas, cristales (que en la Isla no se reciclan) y lo que llega a los vertederos, de los cuales varios están siendo cerrados-, a partir de las próximas décadas se sumarán las placas solares y las baterías de distintos tipos que se usan en los sistemas fotovoltaicos, que exhibe un boom en el país tras el paso del huracán María en 2017.
Será una verdadera avalancha de estos equipos dentro de las próximas décadas (hay más de 75,000 sistemas solares establecidos solo en residencias), ya que un panel solar instalado hoy tendrá una vida útil más allá de 2050, mientras que una batería puesta a funcionar ahora servirá con toda su capacidad hasta 2033, según el primer oficial de Política Pública de la Asociación de Energía Solar y Almacenamiento (SESA), Javier Rúa Jovet.
Sin embargo, "estamos en la infancia en este tema", advirtió Juan Rosario, portavoz de la organización Amaneser, quien junto a Rúa Jovet intervino en una audiencia pública de la Comisión de Energía de la Cámara, que preside Luis Raúl Torres Cruz y que evalúa la resolución de la Cámara 243, sobre el manejo y disposición de placas solares y baterías.
El problema de estos equipos es que "no están hechos para ser reciclados, son basura", dijo Rosario, mientras que la coordinadora legislativa para Puerto Rico de Sierra Club, Maritza Maymí Hernández, ofreció varios elementos a considerar a la hora de afrontar una política pública sobre el asunto.
"Proponemos que la adopción de una política pública cimentada en los principios de economía circular es la ruta adecuada para desarrollar una infraestructura legal, reglamentaria y fiscal para la planificación eficaz del manejo de residuos de las placas y baterías para la producción de energía solar. La economía circular es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido", acotó.
Añadió que "para poder planificar es indispensable que desde ya, se ordene a las compañías de instalación de sistemas fotovoltaicos a que levanten estadísticas periódicas y rigurosas que documenten, entre otras cosas, la cantidad de paneles solares y baterías para almacenamiento de energía solar que entran al mercado puertorriqueño, y la cantidad de paneles solares y baterías que se instalan en residencias, comercios, industrias y dependencias gubernamentales".
Igualmente, para Maymí Hernández se debe considerar "el promedio de la vida útil de los paneles y baterías, el porcentaje de paneles y baterías que se descartan antes que culmine su vida útil (sea como consecuencia de defectos en su manufactura, accidentes en su transportación o instalación, incidencias luego de su instalación, etc.), así como un mapeo de las localidades donde se efectúan las instalaciones y donde existe una mayor concentración de instalaciones".
Según la coordinadora, otro aspecto que es necesario considerar es la creación de leyes que fijen responsabilidad a productores, distribuidores y vendedores de estos productos de energía fotovoltaica en el desarrollo de planes para la recuperación, manejo, desmantelamiento, demolición y tratamiento de sus productos una vez estos cumplen con su vida útil o necesitan ser reemplazados debido a alguna incidencia e interrupción de la vida útil de estos productos.
Como ejemplo, la experta consignó lo que se estableció en la Unión Europea, así como en algunos países de América Latina y Oceanía: la llamada Responsabilidad de Producción Extendida (EPR, siglas en inglés), que considera responsables de estos equipos, su manejo y disposición a “manufactureros, distribuidores, revendedores, importadores, vendedores a distancia, o cualquier persona natural o jurídica establecida en cualquiera de los países miembros de la Unión, que introduzca al mercado módulos fotovoltaicos”.
Consignó que la legislación europea reconoce a los productores de módulos fotovoltaicos como piezas claves en la disposición y reciclaje de esos productos porque son ellos los responsables de insertarlos en el mercado. Esto implica que los productores (en la acepción que ya hemos explicado anteriormente), tienen la responsabilidad de recuperar y disponer de esos productos una vez cumplan con su ciclo de vida.
A su vez, informó que el pasado 22 de marzo se introdujo un proyecto de ley en la Cámara de Representantes de Rhode Island para que, entre otras cosas, se incluya una cláusula para el reciclaje y decomización de paneles solares.
"Según el proyecto de ley, no se emitirán permisos de energía solar a menos que los solicitantes del permiso se comprometan por escrito y presenten evidencia que demuestre que tendrá disponible los suficientes recursos y que reservará esos recursos para pagar por la decomización y reciclaje de los paneles solares que comprenden los sistemas de generación eléctrica solar al fin de su vida útil”, sentenció.
Rúa Jovet también puso el dedo en la llaga, al alertar que la problemática es más amplia, ya que "no es un problema de reciclaje de paneles, sino la ausencia general de reciclaje básico en la isla. Nuestra impresión es que a pesar de que Puerto Rico cuenta desde hace décadas con una agencia a cargo, la Autoridad de Desperdicios Sólidos (ADS) dentro del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, ni siquiera materiales normal y fácilmente procesados en otras jurisdicciones (papel, vidrio, plástico, orgánicos) se reciclan de forma consistente en la isla".
Al margen de esta situación dijo que "aunque la ventana de aumento teórico en baterías al fin de sus vidas es algo más cercana que la de los paneles solares, estas tampoco plantean problemática real a corto, ni mediano plazo. Por eso los retos son similares: cómo crear mercados futuros sostenibles costo efectivos para cuando exista masa crítica de baterías para reciclar".
Mientras, el licenciado Samuel Acosta, del DRNA, alertó sobre el hecho de que las baterías de litio "pueden ser clasificadas como desperdicios peligrosos al ser descartadas" y dio a conocer que la EPA "está comenzando a desarrollar requisitos reglamentarios específicos para el manejo y disposición de baterías de iones de litio".
En cuanto a los paneles solares, comentó que "cuando se llega al final de su vida útil o se descarta, se convierte en un desperdicio sólido y se debe determinar si es peligroso o no. Los que son no peligrosos, están reglamentados en el ámbito federal y bajo el DRNA. Mientras, los que son peligrosos también los atiende el gobierno federal, que cuenta con una reglamentación".
El funcionario reconoció que "los paneles solares y baterías de litio a ser descartados en los hogares son un gran reto debido a la falta de mecanismos efectivos de control para evitar que estos desperdicios sean abandonados en cualquier lugar o depositados en rellenos sanitarios", al tiempo que recomendó que los fondos federales que están llegando a la isla para la instalación de sistemas fotovoltaicos "deben contemplar la disposición al final de su vida útil como parte de los costos relacionados a la adquisición e instalación de estos equipos".
Gobernador reconoce riesgo de acumulación de placas solares en desuso
Cuestionado sobre el tema, el gobernador, Pedro R. Pierluisi Urrutia respondió que ve con buenos ojos que se elabore un plan para manejar en su momento la eventual acumulación de las placas solares y baterías que completen su vida útil.
“Tenemos que tener ese plan porque cada vez más vamos a tener placas solares y baterías y tenemos que velar porque no afecten nuestro ambiente. Tengo entendido que las principales suplidoras de esos equipos actualmente están asumiendo la responsabilidad de mantener los equipos, cambiar los equipos, así que tendría que pensar que se llevan los equipos cuando llegan al fin de su vida útil, pero es algo que tengo que verificar”, sostuvo.
Agregó que “si ese no es el caso con algunas de estas empresas, entonces tendremos que tomar medidas”.
* Antonio Gómez colaboró en esta historia.