La implementación de perspectiva de género en los currículos sería un paso para educar desde tempranas edades, según expertos.

Pese a que el 21 de enero de 2021 el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia declaró un estado de emergencia por violencia de género, la Isla aún enfrenta la problemática, y expertas en el tema recomiendan que el problema se ataque desde la raíz: la educación.

Ese fue el consenso en el pleno magistral "La emergencia de violencia de género: un giro hacia propuestas inclusivas”, realizado por la Universidad Albizu, en el que participaron expertas en el tema para educar sobre los feminicidios, y la implementación de la perspectiva de género en múltiples áreas para combatir la violencia de género.

La coordinadora del Observatorio de Equidad de Género, Irma Lugo Nazario, señaló que participó de un subcomité que trabajó con la educación con perspectiva de género y el secretario del Departamento de Educación, Eliezer Ramos Parés, se comprometió con el asunto. Pese al compromiso, Lugo Nazario planteó que sacó una carta “aguada” sobre el tema.

“Es más, el 14 de febrero estuvimos dando unos talleres a maestros y personal del Departamento de Educación, y esa tarde bajó esa primera carta circular. El 26 de octubre baja otra carta circular más aguada que la primera; terrible. A nivel internacional hay un trabajo realizado. Vamos a utilizar eso como fundamento para el trabajo que queremos realizar a nivel de país”, afirmó la coordinadora.

De igual manera, el pleno consistió desde lo más simple, como la definición de violencia de género y feminicidio, hasta lo más complejo como plantear que es necesario sentarse con personas de otros países para unir fuerzas contra esta problemática. Asimismo, se dialogó sobre la tarea que tiene la Policía de Puerto Rico al momento de educarse para mirar los casos con una perspectiva de género.

“Nos hemos integrado a la Red Latinoamericana contra la violencia de género. En la red participan alrededor de 36 organizaciones que hacen un trabajo similar de monitoreo y seguimiento a las muertes y desapariciones en diferentes países como Argentina, Colombia y México. Hay una gran diversidad de información ahí, y cuando nos reunimos hay un intercambio de saberes. Todas utilizamos de nuestro marco teórico el protocolo latinoamericano de investigación de muertes violentas de mujeres”, manifestó Lugo Nazario.

Como parte de la exposición, la coordinadora del Observatorio señaló cómo los casos de las desapariciones de mujeres y niñas están atadas a los feminicidios. Por esta razón, presentó una tabla que va desde el 2019 hasta el 2022 para comparar los números de cada año en feminicidios y desapariciones.

El panel de profesionales se compuso por las siguientes: Madeline Bermúdez Sanabria, la procuradora interina de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres; Irma Lugo Nazario, coordinadora del Observatorio de Equidad de Género; Janice Soliván Roig, directora ejecutiva de Casa Juana Colón Apoyo y Orientación a la Mujer, Inc; Ileana Espada Martínez, del Comité de Prevención, Apoyo, Rescate y Educación (PARE); y Sonia Cepeda Hernández, rectora de la Universidad Albizu.

Como parte del panel, Soliván Roig señaló la importancia de que no exista desconexión entre las agencias que están para ayudar a las víctimas de violencia de género. De esta manera, se puede evitar la revictimización de las sobrevivientes en el proceso.

Mientras que la procuradora interina, Bermúdez Sanabria, destacó el acuerdo colaborativo de la Oficina con la Universidad Albizu, desde hace tres años, para brindar servicios a las víctimas y sobrevivientes de violencia de género. Este acuerdo ha servido como parte de un proceso de capacitación a estudiantes practicantes del programa graduado de consejería psicológica.

Según la licenciada, la experiencia ha sido de mucho aprendizaje para las estudiantes, ya que “pueden trabajar con una problemática real, que afecta a todos y todas y ante la cual nos encontramos en un estado de emergencia”.

Vea:

Prevención: lo que hace falta para combatir la violencia de género