Gloria Soltero: Detrás de la cámara, sus tribulaciones
La veterana periodista vivió el abandono de su padre, confusión espiritual, depresión y miedo. Hasta que conoció a Cristo. Todo cambió.
Tiene más de 30 años de carrera periodística, siempre frente a las cámaras de televisión. Las dejó atrás hace unas semanas luego de una reflexión personal profunda en la que decidió que a sus 57 años no estaba ya para ellas.
Su historia profesional es impresionante y está lejos de ser una historia glamorosa. En conversación con El Push de la Mañana, edición estelar, quedó claro que la vida de Gloria Soltero Caldero es una historia de toma de riesgos frecuentes que la llevaron incluso a estar presa varias veces mientras preparaba sus reportajes.
Comenzó en el Canal 24, cuna y escuela de tantos reporteros respetados y un buen día decidió irse a Miami a probar suerte. Las pasó duras. No fue tan fácil. Comenzó a trabajar en una pequeña estación en Hialleah, y llegó a hacer segmentos de CNN Headline News. Pero su deseo era trabajar en Telemundo Miami y todos los días de Dios llegaba al canal a dejar su resumé. Nunca la dejaban siquiera pasar el portón. Un buen día, un guardia de seguridad, posiblemente cansado de decirle que no todos los días, le permitió entrar. Le dio diez minutos. Entró, preguntó por la oficina del presidente y subió directo a “la pecera”. Dejó su resumé, salió prácticamente corriendo y se montó veloz en su Isuzu Impulse. Solo tenía diez minutos para abandonar el edificio. Misión cumplida.
Un buen día la llamó el propio presidente para decirle que si aún estaba interesada tenía para ella unas cápsulas del Quinto Centenario. Nada fijo. Lo aceptó. Por algo se empieza. Al finalizarlas regresó a su pequeño canal pero pronto cambiaría su suerte. Le llamó Enrique Gratas, de "Ocurrió Así". Y así comenzó su ascenso y su sueño.
Ya no tenía dirección física. Ahí comenzó una era de viaje constante por Centro y Sur América como reportera para la Cadena Telemundo. Entrevistó a figuras como Joaquín Balaguer, expresidente de República Dominicana, Alan García, expresidente de Perú, y a Carlos Salinas de Gortari, expresidente de México.
También entrevistó a figuras controversiales como Carlos Ledher, el “rey de la coca” y a Fabio Ochoa, el patriarca de los narcotraficantes hermanos Ochoa.
Estuvo presa en México y en República Dominicana, luego de participar en un viaje ilegal en yola para preparar un reportaje. Hizo todo lo que quiso. Cubrió todo lo que quiso. Lo había logrado y lo había logrado en grande. Pero, una vez más siguió sus impulsos. En un viaje de trabajo a Puerto Rico se dio cuenta de cuánto extrañaba a Puerto Rico y a su familia. Y alguien le comentó que iban a iniciar un noticiero en WIPR y que buscaban un ancla. Buscó el canal, llegó y dejó su resumé en una hoja de papel que le dieron en recepción. Y se regresó a Miami.
Había comprado casa allá y antes de vivirla volvió a sonar el teléfono. Era Jorge Inserni, presidente de WIPR. El trabajo de ancla era suyo. Vendió todo y regresó.
Desde 1995, y hasta el 2009, se desempeñó como mujer ancla de “TUTV INFORMA”. En el 2009 cerró el noticiero como había sido hasta el momento. Era la presidencia de Ray Cruz. Ese último día dijo las palabras que aún hoy la persiguen y que no se arrepiente de haber dicho. Le habló directo al gobernador Luis Fortuño, parafraseando las expresiones del veterano hombre ancla, don Aníbal González Irizarry: “Señor gobernador: Un pueblo sin prensa, es un pueblo esclavo”.
Luego de ello fue periodista/ancla en Sistema TV Informa y regresó en en el 2017 a su casa, nuevamente como periodista y ancla. WIPR es la casa que ama. Por eso su partida tomó a todos por sorpresa.
Decidió que quería ser sincera con ella misma, que no iba a competir con una nueva manera de hacer periodismo y que tampoco competiría con los looks que requiere la televisión, algo dicho por quien en varias ocasiones fue reconocida como el mejor rostro de la televisión. Y la verdad, el dinero tampoco le daba. Lloró antes y después de marcharse. No es fácil despedirse del “tubo”. Es una droga.
El abandono de su padre
Pero la vida de Gloria ha sido complicada. Sus padres, de Comerío, se divorciaron cuando ella tenía 5 años. Y nunca más supo de su padre hasta que muchísimos años más tarde la vio en televisión en Miami y la buscó.
Nunca dio un peso para mantenerla, ni a ella ni a su hermana Brenda. Quizás envió alguna que otra postal. Está en una etapa en que no puede resentirlo. Lo superó y lo perdonó. Aunque todavía no entiende cómo alguien puede divorciarse de un hijo de semejante manera.
Su madre, enfermera de profesión, le dio todo lo que pudo, incluso una educación privada. Y amor. No necesitó al padre que eligió no estar. Ya murió, pero dice que eran súper parecidos en personalidad.
Estudió en un colegio de niñas que marcó su relación con los hombres. Llegó a la Universidad de Puerto Rico aterrada, sin saber relacionarse con los hombres y en plena huelga.
Vivir con miedo, sin fe y con alcohol
Por alguna razón, y luego de muchos años de carrera, Gloria comenzó a vivir con miedo. Tenía, además, una confusión espiritual muy grande. Lo mismo oraba a la Luna- new age- que a Santa Bárbara, que a Changó, que a Alá. En esa confusión quiso buscar de Dios pero no se sintió digna de acercarse. Era una oveja perdida. Un amigo la acercó a una Iglesia de Restauración y ahí encontró la paz que ni siquiatras ni antidepresivos pudieron.
Vivió depresiones severas que la llevaron a hospitalizarse, sufrió de anorexia, estuvo cerca de la quiebra y llegó a pensarse alcohólica. No tenía dinero pero no podía dormir sin tomarse una botella de vino diaria. Cuando el vino ya no le hacía nada, cambió a whiskey y a vodka.
Pero es otra. Asegura que desde que puso sus tribulaciones en las manos de Cristo, es feliz. Cambió de trabajo, sonríe.
La mujer ancla del "Buenas noches, Puerto Rico", se encontró a sí misma. Y no hay vuelta atrás.
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