Entre anécdotas, honran la vida de soldados condecorados con la Medalla del Corazón Púrpura
Sobre 20 veteranos y militares compartieron sus experiencias en una ceremonia que propició un espacio sanador y empático, más allá de los actos protocolares.
El símbolo del Corazón Púrpura representa el máximo reconocimiento al sacrificio de los que han resultado heridos o fallecidos en el ejercicio militar, por lo que para el procurador del Veterano, Agustín Montañez-Allman, la ceremonia en honor a estos condecorados debía ser más que especial este año.
En unión al Departamento de Asuntos del Veterano federal (DVA, por sus siglas en inglés), sobre 20 soldados fueron homenajeados en una actividad que, más allá de contar con actos protocolares, brindó también un espacio para que los excombatientes relataran sus testimonios y vivencias en guerra.
Historia relacionada: Honran a los Borinqueneers y veteranos de Vietnam en el Día del Veterano
“Fue una actividad para conversar, interesante y diferente a lo que tradicionalmente estamos acostumbrados. Lo primero que uno habla sobre estas actividades es el propósito de honrar los sacrificios de los veteranos. A su vez, es una forma de sanar y promover la salud mental de ellos”, expresó Montañez-Allman a NotiCel.
La ceremonia se llevó a cabo en el salón de conferencias de la Clínica de Veteranos de Mayagüez, en conmemoración del 7 de agosto como el Día del Corazón Púrpura, de acuerdo con la Unión Americana.
Historia relacionada: Buscan abrir centro que ayude a veteranos a emprender
Aunque reconoció que la actividad contó con menos asistentes que el año pasado, todos los condecorados, desde la guerra de Corea hasta la guerra de Irán y Afganistán, tuvieron la oportunidad de contar sus experiencias, incluyendo las esposas de militares caídos y un veterano originario del estado de Georgia.
“El ser humano tiende a olvidar la labor de los veteranos. Hoy recordamos que sirvieron a la nación con esmero. Como dijo un ilustre, quien se olvida de la historia, puede incurrir en los errores del pasado. Incluso el trato hacia los veteranos cuando regresan, en ocasiones, no es necesariamente el mejor. Es importante recordarlos y educar al pueblo sobre el servicio militar”, puntualizó Montañez-Allman.
“Me tocó recoger amigos y enemigos (caídos). Uno desearía que no hubiesen más guerras. El sistema democrático, económico y político se ha mantenido aunque ha sido atacado en el pasado por otros países y sistemas, gracias a un grupo de hombres y mujeres que defendieron. Hay que recordar ese sacrificio, de estar con su familia, hasta el punto de dar la vida”, agregó.
Sobre 10,000 puertorriqueños han sido recipientes de la Medalla del Corazón Púrpura, una insignia otorgada por el presidente de los Estados Unidos y la más antigua de las Fuerzas Armadas de la Nación.
Además de recibir homenaje, los militares y excombatientes fueron orientados sobre los servicios de salud mental y consejería emocional que ofrece el VetCenter, uno de los organismos del DVA con oficinas en Guaynabo, Hatillo y Ponce.