Arzobispo dice Jesús fue víctima de 'bullying' (documento)
Al iniciar la Semana Santa con la Misa de Domingo de Ramos, el Arzobispo de San Juan, Monseñor Roberto González Nieves, aseguró que Jesucristo fue víctima de 'bullying' e intentó replantear su reacción a la decisión del gobierno de avalar a los matrimonios gay realizados en otras jurisdicciones.
La semana pasada, en reacción al anuncio del secretario de Justicia, César Miranda, el religioso dijo que la Iglesia Católica podría dejar de registrar para el Estado a los matrimonios heterosexuales que ofician los sacerdotes. Ayer, González Nieves aseguró que esa postura sólo se desataría si es que el Gobierno les obligara a registrar matrimonios homosexuales.
El Arzobispo argumentó que la semana pasada se le había hecho la pregunta de qué haría la Iglesia si el Estado obligara a la Iglesia a casar parejas del mismo sexo, a lo que, subrayó, su respuesta fue '[n]o creo que eso suceda. Pero si el Estado nos obligara a casar parejas del mismo sexo me parece que tendríamos que retirarnos de ejercer la parte civil del matrimonio'. González Nieves se reafirmó en el deseo de la Iglesia de seguir cooperando con el Estado en la celebración de los matrimonios civiles siempre y cuando éstos no vayan en contra de las enseñanzas y la doctrina de la Iglesia.
En su mensaje sobre la Semana Santa, enumeró, entre las calamidades que acaecieron a Cristo en los días previos a su crucifixión, a 'los que se divierten humillando pues el 'bullying' no es de ahora, en la cruz, hubo 'bullying', Jesús fue víctima del 'bullying' que tanto daño causa'.
'Esta Semana vemos el drama de la vida de Jesús, un drama de alegría y dolor, un drama de muerte humana y vida eterna. Es el mismo drama de dolor en Puerto Rico y el mundo entero. Es el drama de dolor de los que mueren de hambre, es el drama de dolor por tragedias como las 150 personas que murieron a consecuencia, según se ha informado, de un acto deliberado por parte de un piloto que tenía un historial siquiátrico', dijo.
También indicó que 'este drama de dolor también lo tenemos en Puerto Rico por la pérdida de empleo y por el mismo desempleo. Por los altos costos de vida, de salud, de servicios básicos. Es el dolor del abandono cuando cientos de miles se han tenido que ir de Puerto Rico, no por falta de amor o porque se quieran ir de su Patria, sino por falta de oportunidades. Si Jesús no fue ajeno al dolor, a la necesidad y a la pobreza, la Iglesia tampoco debe serlo'.
'Debemos de querer ser una Iglesia arquidiocesana que no se lave las manos ante el dolor y las injusticias, ante los abusos contra los pobres, los niños, niñas y mujeres y los necesitados. Debemos de ser una Iglesia arquidiocesana que no lance piedras contra nadie. Una Iglesia que acompañe muy de cerca a todas las familias, incluyendo las familias alejadas, a las familias heridas por el divorcio y la separación, es decir, a toda familia y a cada persona no importando su situación. Esto debe ser así porque Jesús nos enseñó a amar y no a juzgar; Jesús nos manda a evangelizar y no a condenar. Nos enseñó el camino de la Misericordia como nos recuerda con frecuencia el Papa Francisco y ha embellecido este camino con la caridad', argumentó.
Como parte de las actividades, el religioso encabezó un procesión desde la Iglesia san José hasta la Catedral de San Juan.
Texto de homilía de Domingo de Ramos 29 de marzo de 2015 - NotiCel_11694