Aseguran que Hipódromo El Camarero puede celebrar las carreras sin público en las gradas, por televisión y con un protocolo de salubridad para los centros de apuestas.

Fanáticos del hipismo abogaron por el reinicio, lo antes posible, de las carreras de caballo en Puerto Rico como actividad de recreación para una población que lleva casi 60 días encerrada por el toque de queda decretado para detener el contagio del COVID-19.

“Es imperativo que nuestro pueblo tenga una válvula de entretenimiento ante este encierro de dos meses. Las carreras de caballo son ese mecanismo, por su estructura singular y el dato que en estados de la unión se corrieron carreras durante el ‘lock down’ contra el COVID-19, de manera segura y sin muchas complicaciones. Aquí podemos hacer lo mismo, que el Hipódromo El Camarero celebre las carreras sin publico en las gradas, por televisión y viabilizando una plataforma de apuestas moderna y atemperada a la nueva realidad. Se puede hacer”, comentaron los aficionados liderados por el abogado Hiram Torres.

“Se pude crear un programa de seguridad y salud para los empleados del hipódromo, así como de los negocios periferales que le brinda apoyo; tal y como ha sucedido con éxito en la cadena alimenticia local, incluyendo los supermercados y restaurantes que han operado sin parar desde que comenzó el toque de queda en marzo 15", agregó el abogado.

Además, el grupo indicó que las agencias hípicas, que típicamente no reciben muchos clientes, pueden implementar protocolos como están haciendo las ferreterías, centros de ornato y otros negocios, dejando entrar pocas personas, quizás hasta una o dos, a la vez.

El hipismo local es fuente directa de empleo para unas 4,000 personas. Entre 3,000 y 8,000 ciudadanos adicionales son empleados por la industria de manera indirecta.

Estos se encuentran distribuidos entre trabajadores adscritos al hipódromo, agencias hípicas, fincas dedicadas a la crianza de caballos, servicios veterinario, jinetes, entrenadores, domadores, mozos de cuadra, herradores, agricultores, artesanos, estilistas equinos, terapistas físicos, transportistas, entre otros.

“Estados como Nueva York y California, cumpliendo con todas las normas de distanciamiento social, continuaron escenificando carreras de caballos durante la pandemia de coronavirus. En estos momentos, estados como Oklahoma y Florida planifican abrir esta misma semana sus hipódromos para carreras sin fanáticos. Esto es de gran ayuda, no solo a nosotros, los fanáticos del hipismo, pero también a miles de trabajadores puertorriqueños que dependen de esta actividad. El momento ha llegado para abrir las carreras de caballos”, sentenció Ángel González, aficionado de San Juan.