Los datos que provee el Departamento de Salud no son confiables para hacer el análisis con el estándar que debe tener organización, según su director ejecutivo.

Luego que dos reconocidas epidemiólogas concluyeron que la tasa de letalidad del COVID-19 en Puerto Rico se elevó a 10.3 por ciento según un análisis de los datos que el Departamento de Salud (DS) hizo disponible el pasado viernes, el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico (IEPR) catalogó de “ejercicios lógicos matemáticamente hablando”, las conclusiones que Cruz María Nazario y Roberta Lugo-Robles hicieron en entrevista con NotiCel.

Sin embargo, el director ejecutivo del IEPR, doctor Orville M. Disdier Flores, manifestó que la organización que dirige está impedida de realizar su cálculo, pues los datos que recibe del DS no cuentan con la confiabilidad suficiente que garantice que el ejercicio aritmético pueda realizarse de acuerdo a los estándares rigurosos que mantiene la institución que dirige y los propósitos que establece su ley habilitadora.

“En términos generales la función del Instituto es establecer la política pública estadística de Puerto Rico y garantizarle a Puerto Rico que cuenta con estadísticas completas, confiables y de acceso rápido y universal. En este sentido no le corresponde necesariamente al Instituto evaluar o juzgar las opiniones de las distinguidas epidemiólogas antes mencionadas”, expresó el doctor Disdier Flores en declaraciones escritas.

El director del IEPR explicó además cómo el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) establece cómo se calcula dicha tasa.

“La tasa de letalidad es la proporción de personas con una condición particular (casos) que mueren por esa condición. Es una medida de la gravedad de la afección. La fórmula es: número de muertes por causas específicas entre los casos incidentes dividido por el número total de casos incidentes (los resultados deben multiplicarse por × 10 n). La tasa de letalidad es una proporción, por lo que el numerador está restringido a muertes entre personas incluidas en el denominador”, explicó Disdier en referencia directa a lo establecido por el CDC.

“Según la fórmula arriba este cálculo es una proporción, por lo tanto, los casos, tanto en el numerador como en el denominador tienen que ser casos únicos, y los casos en el numerador tienen que estar incluidos en el denominador. En otras palabras, la persona fallecida que se incluya en el numerador (muertos por COVID-19) tienen que estar también incluida en el denominador (cantidad que casos positivos a COVID-19)”, enfatizó el experto, quien cuenta con una maestría en epidemiología de la Universidad de Puerto Rico.

Cabe señalar que el IEPR no tuvo ninguna participación en la determinación de la gobernadora Wanda Vázquez Garced en darle paso a la segunda fase de reapertura comercial, pues el acuerdo de la institución con el DS no contempla que estos puedan obtener el análisis epidemiólogo que la agencia pública o el Task Force Médico realiza para así comparar estos hallazgos con los que el IEPR lleva a cabo de manera independiente.

“En el caso de Instituto, con la información que hasta ahora recibimos diariamente por parte del Departamento de Salud, no es suficiente para garantizar que la fórmula se compute de forma confiable, por lo que no hemos calculado dicha tasa. O sea, con los datos que recibimos no podemos hacer un “match” de las personas fallecidas con las personas positivas a las pruebas; esos datos los recibimos en tres archivos aparte (fallecidos, positivos moleculares, positivos serológicos) y no tienen un ID en común”, añadió el doctor sobre la crisis de datos que el DS no ha podido superar a 80 días desde que se identificó el primer caso sospechoso a COVID-19 en la isla.

“No obstante, los ejercicios que han realizado las epidemiólogas son ejercicios lógicos, matemáticamente hablando, que podría brindarnos una idea general de cuál podría ser ese número. Pero, nuevamente, el Instituto no tiene los datos suficientes, con la calidad suficiente, para generar una opinión oficial sobre cuál podría ser la tasa de letalidad real y oficial”, concluyó el doctor Disdier Flores.

La Ley orgánica del IEPR dispone que la entidad puede ayudar a todas las agencias a mejorar sus procesos de recolección y análisis de datos. Además, viabiliza que la colaboración de la institución beneficiará la toma de decisiones del gobierno de Puerto Rico, quien reconoce en la legislación que sus determinaciones ocasionan un gran impacto en muchos sectores de la sociedad puertorriqueña.

“Por todo ello, existe una necesidad apremiante de que la información esencial para tomar decisiones esté disponible al público, que esta información se produzca con prontitud y que los datos incluidos sean confiables. La realidad es que existe una insatisfacción general y múltiples críticas por la tardanza con que se suple la información por parte de las agencias gubernamentales y se cuestiona fuertemente la credibilidad de los indicadores e informes, de los resultados de las encuestas de opinión y de los procedimientos utilizados para producirlos a nivel público y a nivel privado”, reza parte de la exposición de motivos de la mencionada ley.

Dos semanas atrás, el IEPR realizó un nuevo requerimiento formal de información al DS, reveló El Nuevo Día. Este nuevo reclamo de transparencia versa sobre los datos sobre cantidad de casos pendientes y casos negativos, información crucial para que epidemiólogos como el doctor Disdier Flores puedan llegar a conclusiones sobre la prevalencia del COVID-19 en Puerto Rico. En la misiva, se advierte que de incumplir con los pedidos del IEPR, la agencia pública se expone a multas y hasta asumir las consecuencias de un proceso judicial.

Se desconoce si el requerimiento de datos por parte del IERP tuvo algún resultado. Lo que sí se sabe es que el DS no ha podido defender la postura oficial de la gobernadora Vázquez Garced, quien manifestó que se había aplanado la curva epidemiológica en la Isla. Al momento de publicar este escrito, el DS tampoco ha contestado una petición de información a este periodista sobre el tema.

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