Los pronósticos oficiales son que las aguas alrededor de la isla se mantendrán más calientes de lo normal hasta fines de 2023, lo que puede afectar la llegada del anhelado frescor de Navidades.

Si después de un verano lleno de olas de calor está anhelando sentir un alivio con el típico clima más fresco de las navidades caribeñas, pídaselo a los Tres Reyes Magos, no a Santa Claus.

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA en inglés), emitió el mes pasado un pronóstico sobre olas de calor marítimas (MHW en inglés) que indica que las aguas que rodean el archipiélago de Puerto Rico permanecerán más calientes que lo normal por lo menos hasta fines de 2023, lo que, a su vez, contribuye a alejar el alivio de las altas temperaturas en tierra.

El pronóstico de olas de calor marítimas es una iniciativa experimental de NOAA para tener un instrumento adicional con el que se puedan atender los efectos que tiene el calentamiento de las aguas tanto en la vida marítima, corales, actividades industriales, formación de tormentas como en las comunidades costeras y sus economías.

Las MHW son fenómenos que se han observado por años, pero lo usual es que se registren solo en algunas partes del globo y por periodos definidos. Pero la medición de NOAA indica que agosto de 2023 rompió récord en cuanto a la proporción de aguas marítimas en el globo que sufrían olas de calor. El pico anterior fue 2016 con cerca de una tercera parte de las aguas globales sufriendo de MHW, mientras que en agosto de 2023, el 39% de las aguas mostraban temperaturas sostenidas más altas que lo normal.

Nuestro clima “se ve bien afectado por el océano”, confirmó Ernesto Rodríguez, meteorólogo a cargo de la estación de San Juan del Servicio Nacional de Meteorología (NWS en inglés). “El océano no pierde ni gana calor rápidamente. Absorbe el calor, pero se le hace difícil botarlo”, abundó al ilustrar que en tierra se pueden registrar fluctuaciones de temperatura de 75 grados Farenheit en la noche y 95 en el día, “pero en el océano esas fluctuaciones son pocas”.

Rodríguez añadió que la prevalencia de las MHW en aguas del Caribe afecta estos periodos de calor excesivo que hemos tenido todo el verano desde finales de abril, que comenzó la primera ola de calor. Por tanto, el pronóstico de que la ola de calor marina seguirá hasta fines de diciembre de la misma manera abona a la posibilidad de que se mantengan las temperaturas altas en tierra y el alejamiento del alivio en el termómetro asociado con las fiestas navideñas.

También abona a anomalías como la registrada el viernes, 13 de octubre, con la formación de un disturbio tropical en costas de Cabo Verde. Solo el 5% de los huracanes que se forman en la temporada lo hacen a esta fecha, pero las aguas de Cabo Verde están no solo más calientes de lo que se supone que estén a esta fecha, sino que están hasta más calientes de lo que es usual para el principio de septiembre. Si se desarrolla, el sistema podría estar en el área del Caribe para el fin de semana que viene.

En Puerto Rico no hay cambio de estaciones marcados, aunque las variaciones en el ángulo del sol y la forma en que su luz nos impacto sí puede provocar fluctuaciones notables en la temperatura. En verano lo rayos del sol caen más perpendiculares, pero a fin de año no, y esa es la esperanza principal que queda para sentir algún alivio a pesar de que las aguas permanezcan calientes, explicó el meteorólogo.

“No va a ser un ‘switch’ como que ¡llegamos a Thanksgiving!”, advirtió. “En vez de principios de noviembre, tendremos que esperar unas semanas más en lo que realmente sentimos alivio de calor”, subrayó.

Los frentes fríos que puedan ocurrir en latitudes atlánticas más al norte son otro factor que puede aliviar las temperaturas isleñas, pero la ocurrencia y potencia de los mismos no es algo seguro.

El calentamiento en las aguas circundantes "no es normal, no es récord, pero no es normal”, planteó Rodríguez y apuntó a que después del pico anterior de 2016, las temperaturas en los océanos tardaron unos dos años en bajar, por lo que se puede esperar que las aguas sigan caliente, y sigan afectando las temperaturas en tierra, por un periodo similar.

La oficina de San Juan del NWS todavía no ha hecho cálculos finales sobre los registros de temperatura para todo el verano pasado y cómo compara con los datos históricos, pero ya determinaron que junio fue el mes más caliente registrado en el área de San Juan desde 1898.

Desde abril hasta ahora se han roto 24 récords de temperatura alta en San Juan. En mayo la temperatura registró 2.3 grados más de los valores normales (87.4 a 89.7), en junio 3.1 grados (89 a 92.1), en julio 1 grado (88.7 a 89.7), en agosto 1.6 (89.1 a 90.7) y en septiembre 2.3 (89.2 a 91.5).

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