Había casos sin concluir desde el 2012.

El Instituto de Ciencias Forenses (ICF) anunció hoy que logró completar los reportes de autopsia de 356 confinados que tenía pendientes de determinación de causa y manera de muerte, algunos casos del año 2012.

La directora María Conte Miller reveló que se estableció un comité de trabajo entre personal del ICF y el Departamento de Corrección y Rehabilitación(DCR) para atender esa problemática y que le tomó dos años ponerse al día en las certificaciones de defunciones de confinados.

“En un periodo comprendido entre el 2012 hasta septiembre de 2019, cuando esta servidora regresó a ocupar la posición de directora de Ciencias Forenses, había un total de 119 casos sin certificar, los cuales ya concluimos. Desde enero del 2020 hasta el 30 de junio del 2022 hemos certificado un total de 356 casos de confinados. Básicamente estamos al día a lo que se refiere a la certificación de muertes en confinados”, dijo Conte Miller en una mesa informativa que realizó con medios de comunicación junto a la secretaria del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), Ana Escobar Pabón.

Según reveló, la mayoría de los casos de las defunciones dentro de las instituciones carcelarias corresponden a muertes por causas naturales. Es segundo lugar, las intoxicaciones por el uso de sustancias controladas, seguido -a menor escala- por suicidios y finalmente homicidio.

En el caso de muertes naturales, detalló que en el año 2020 se registraron 24 casos, número que se duplicó para el 2021 con 49. Mientras, en la primera etapa del 2022 (de enero a junio) se reflejaron 24 muertes adicionales para un total de 97 casos certificados.

En ese mismo periodo, 81 casos fueron certificados como accidentales, de los cuales, 74 fueron por intoxicación, 10 suicidios, cinco homicidios y dos casos por determinar.

La institución aún evalúa los casos que se reportaron entre julio y diciembre del 2022, los cuales pueden tomar meses en completarse.

“Hay un par de casos que los patólogos clasificaron como pendientes de investigación, porque necesitan información adicional para completar el informe y otros dos casos donde la manera de muerte se estableció como “no determinada” porque, aunque se hagan las mejores indagaciones y todo el trabajo investigativo y una autopsia lo más detalla posible, no hay conclusión del caso”, sostuvo Conte Miller. “Eso es menos de 1%. En la mayoría de los casos se llega a la conclusión sobre causa y manera de muerte”, subrayó.

La doctora sostuvo que entre el 2017 y el 2018 no se reportaron de manera consistente las muertes entre confinados e incluso algunos casos anteriores no se completaron.

“La razón específica es que el laboratorio de toxicología estaba inoperante. Y para certificar la muerte de un confinado, sobre todo si es una sobredosis, hay que tener un informe toxicológico. Esos informes se vinieron a recibir de manera consistente a principios del 2020”, aopuntó Conte Miller.

“Además, a principios de ese año instituimos como una práctica estándar hacer un análisis de fentanilo y otra situación es que la información no estaba fluyendo buen entre las agencias. Por eso se crea este comité de revisión de mortalidad de confinados, porque para completar su caso, el patólogo necesita el informe de Corrección, las circunstancias de muerte de ese confinado”, apuntó Conte Miller.

Por otra parte, reveló que las estadísticas de causas de muerte en instituciones penales en Puerto Rico son similares a lo que sucede en otras jurisdicciones de Estados Unidos, con la diferencia que la segunda causa de muerte en la Isla es por intoxicación, mientras que en las cárceles estadounidenses es por suicidio.

Mientras, la secretaria del DCR dijo estar satisfecha con el esfuerzo que se ha realizado para actualizar la información sobre las muertes de confinados y cuyas estadísticas ayudarán a buscar alternativas para atender las necesidades dentro de las instituciones carcelarias.

“Es una interrogante continua conocer las causas de muertes de los miembros de la población correccional y resulta que con el trabajo que ha realizado el ICF podemos tener más claro cuáles son esas causas de muerte y poder atender el problema que genera el fallecimiento de los miembros de la población correccional y ya tenemos datos científicos y probados que nos pueden demostrar cuáles son los esfuerzos que debemos llevar a cabo, los que estamos atendiendo y otros nuevos para poder atener esta situación”, dijo Escobar Pabón.

La secretaria anunció, además, que con esta información ya la agencia tiene los datos necesarios para realizar un estudio epidemiológico de mortalidad que le permita cuantificar, identificar y monitorear tendencias y patrones en lo que son los procesos de salud en la población correccional.

De igual forma, la funcionaria enumeró una serie de esfuerzos que ha realizado su agencia para atender las principales problemáticas dentro de las cárceles del país, como la adquisición de nuevos equipos tecnológicos para identificar sustancias que intenten entrar a las instituciones, la adquisición de 12 canes, 35 vehículos para realizar rondas perimetrales, más de 900 armas y el reclutamiento de mas de 230 oficiales, entre otras iniciativas.

Asimismo, destacó que el DCR asignó personal de seguridad y capellanía en Centro Médico de Río Piedras para supervisión y coordinación directa con los confinados que reciben servicios médicos allí, adiestró oficiales correccionales en la aplicación de Narcan y estableció planes de trabajo y registro con la División de Inteligencia y Oficina de Seguridad en colaboración con agencias federales y estatales.

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