Con chancleta intentaron apagar origen del fuego en Caparra, que se debió a cortocircuito
Los daños fueron materiales; no hubo ninguna persona afectada por el incendio.
Un cable eléctrico ubicado bajo un pesado sillón fue la causa del incendio que anoche afectó al edificio Villa Caparra Executive, tras el testimonio ofrecido por una persona que estaba en un apartamento del piso 14, donde se inició el siniestro, y que intentó apagar el origen del fuego con una chancleta, pero que terminó huyendo.
El investigador de incendios del Cuerpo de Bomberos, Abelardo Pérez, contó que el propietario del apartamento salió a comprar víveres a un lugar cercano y dejó a un amigo viendo televisión.
Fue el momento en que se desató el incendio.
"Él estaba viendo televisión y empezó a sentir olor a quemado. Luego se percató de que salía humo de un pesado mueble de madera. Primero le echó agua y al ver que no lo extinguía agarró una chancleta para intentar apagar el fuego. Al ver que no podía, huyó del departamento. Fue la mejor decisión, quedarse más tiempo le pudo haber costado la vida", dijo el bombero.
Al comenzar el fuego, pasadas las 6:00 de la tarde, la alarma de incendio se activó y comenzó el desalojo en el edificio de 17 pisos y 128 unidades (ocho por piso), con un promedio de dos a tres personas por apartamento.
Jorge León, de 90 años, cuenta su experiencia: "Cuando íbamos subiendo ahí nos dijeron que había fuego, que teníamos que virar. Agarramos lo que teníamos y así nos llevaron, como huerfanitos. Y aquí estamos. No me dio miedo. Estábamos en un cuarto piso. Yo tiro la soga.. Me ayudaron unos bomberos que no podían conmigo y se caían ellos. Yo no".
Mientras el desalojo ocurría, bomberos se desplegó hasta el piso 14, donde usaron los gabinetes de manga (las líneas ubicadas en las escaleras de emergencia), que "funcionaron a la perfección gracias a Dios", sostuvo el comandante Wilson Ortiz, jefe del cuerpo en la zona de San Juan.
Fueron 25 bomberos, de San Juan, Bayamón y Guaynabo, los que atendieron la emergencia concluida cerca de las 9:00 de la noche, en cooperación con los municipios de Guaynabo, Bayamón, San Juan, Vega Baja y Toa Baja, así como por agentes de la Policía.
"Eran muchos residentes, había personas encamadas y en silla de ruedas, y muchas mascotas, gatos, perros, pero no hubo ningún tipo de complicación", manifestó Ortiz, quien declaró que este tipo de incendios son habitualmente por "descuidos", por lo que pidió ser más "precavidos" a la hora de usar velas, cigarrillos o extensiones, como fue en este caso, que estaba presionada por un pesado mueble, lo que provocó el fuego.
Hoy, según cuenta el presidente de la junta del condominio, Alejandro Goycoechea, "estamos en el proceso de descontaminación, de limpieza y de remoción de escombros (había en el lugar varias empresas dedicadas al rubro)".
Además, señaló que "tenemos un equipo que ya está dedicado a comunicarse con las aseguradoras para comenzar esos trabajos también. No estamos aún en disposición de cuantificar los daños ni la cantidad de apartamentos afectados. Pero hubo mucha agua y humo".
Comentó que "este fue un evento traumático. Un evento que esta comunicad no había sufrido antes. Dentro de todo, tuvimos muchísima suerte. Los daños se limitaron a cosas materiales. Poco a poco ahora comienza el trabajo de restablecer la comunidad. Las imágenes eran bastante impresionantes, pero el evento no fue tan malo".
Agregó que ya los residentes del edificio pueden regresar, con excepción de los titulares del piso 14 donde aún hay trabajos, ya que la Policía y Bomberos entregaron la escena anoche, "con la advertencia de que es un área con olor a humo y que hay condiciones de salud que hay que tener en cuenta".
En la mañana de hoy, en el edificio de más de 50 años donde el olor a humo aún no se disipa, había personas entrando y saliendo con maletas, y presencia de funcionarios de la ASSMCA y del municipio de Guaynabo, que anoche dispuso el traslado de varias personas a un hotel de Bayamón.